miércoles, 6 de noviembre de 2013

Como reconocer a los Vampiros que nos quitan la ENERGIA

LOS VAMPIROS ENERGÉTICOS
Todo el mundo sabe que existen, pero no siempre les concedemos la importancia que tienen en nuestro pulso emocional.
Este tipo de vampiros no pueblan la noche, sino las mañanas grises de la oficina, o los domingos por la tarde. No chupan nuestra sangre, pero sí las ilusiones que se encargan hábilmente de desactivar. Y ni siquiera son conscientes de ello, ya que creen sinceramente que nos están ayudando.
Podemos definir al vampiro energético como aquella persona en la que dominan los estados mentales negativos, a los que, sin darse cuenta, trata de arrastrar a los demás. Algunas pistas para desenmascararlos:
a) Son personas muy solícitas y de entrada extremadamente amables. Ante cualquier adversidad, serán los primeros en llamar para interesarse por nuestros problemas, aunque luego es raro que los escuchen.
b) A la primera ocasión exponen su drama personal, que monopolizará la conversación durante el contacto.
c) Si les contamos cualquier proyecto ilusionante, expondrán argumentos para que no lo llevemos a cabo, ya que el vampiro energético se compara constantemente con los demás y no quiere que su víctima le aventaje en ningún ámbito.
d) Tienden a censurar y culpar a personas de su entorno inmediato, actitud que muy probablemente tienen con nosotros mismos cuando frecuentan otras compañías.

e) Aunque no contactemos nunca con ellos, 
no se darán por aludidos e insistirán en fijar nuevas citas, ya que se mueven en un círculo social reducido.

f) El signo más universal de que hemos estado con un vampiro energético: 
Un vez concluido el contacto, nos sentimos enormemente fatigados y con el ánimo bajo.

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