lunes, 30 de enero de 2012

Emprender con Corazón fe en lo que haces

Hace un tiempo escribí un post que se titulaba ¿Tienen alma tus actos?. Se que alma, corazón, esencia…son palabras que a veces nos asustan, que suenan grandilocuentes o incluso demasiado “gastadas” pero son la clave para conectar con lo que de verdad quieres en la vida, con aquello que te motiva desde lo más profundo de tu ser. De saber si tiene corazón tu camino. En el próximo Iniciador trataré de estos temas más profundamente pero leyendo en la Contra la entrevista que le hacen a Hermant Sahal, emprendedor social, no he querido dejar pasar la oportunidad de comentar algo sobre el tema. Lo primero es leer sus palabras que creo que son muy clarificadoras:

¿Qué es un emprendedor social?

Cualquier persona que monta una empresa para resolver un problema a gran escala. No se trata de una ONG, quieren que tu empresa obtenga beneficios.

[...]

Va a ganar dinero con este proyecto.

Sí, creo que las empresas sociales deben ganar dinero, para ser independientes, poder continuar con nuevos proyectos y poder ofrecer buenos salarios a la gente rica en ideas, gente que no te abandonará porque necesite alimentar a su familia.

Entiendo.

El gran cambio sucede cuando te das cuenta de que esa búsqueda de soluciones creativas para mejorar la vida de todos no es algo que haces por generosidad sino por ti mismo. En mi universidad he creado un grupo de emprendedores sociales.

La crisis hace que los jóvenes acaben trabajando en lo que pueden.

[...]

Lo que necesita la gente joven son referentes, casos de éxito, y los emprendedores sociales son excelentes ejemplos. La gente joven tiene que darse cuenta de que una sola persona, siendo creativa, pensando de forma diferente, puede conseguir grandes cosas.

¿Pensar de forma diferente?

Estar despierto, pendiente de lo que pasa a tu alrededor. El creador de Ashoka, Bill Drayton, lo explica muy bien: El mundo es diferente porque tú eres diferente. Haz algo con tu vida, aprovecha tu momento.

Son palabras que resuenan en mi ampliamente, que he dicho muchas veces y seguiré diciendo, que me remiten a un mundo de posibilidades en lugar de a uno de limitaciones, que sirven para un emprendedor social, pero también para un emprendedor de cualquier tipo siempre y cuando tenga un proyecto que genera un impacto positivo en el mundo.

Para ello hay que tener una profunda conciencia de uno mismo y de tu Norte personal, esa capacidad de establecer un compromiso con lo substancial, hay que ser capaz de evitar el enemigo interior, de encontrar el propio coraje y a veces de dar un paso de fe, hay que estar preparado para el cambio y para afrontar nuevos retos. A veces para avanzar, lo primero es hacerse las preguntas adecuadas y después dar ese paso de fe que nos saca de nuestra zona de comodidad y nos adentra en territorios nuevos y desconocidos. Pero si quieres resultados diferentes, tienes que hacer cosas diferentes. Como dice Jobs: sólo después podrás ver que los puntos se unen.

¿Emprendes con el corazón, sea en tus proyectos profesionales o personales?

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