“La búsqueda de nuevas soluciones ha hecho que la humanidad crezca y evolucione. Es el espíritu del hombre”. Con estas palabras Manuel Trujillo, psiquiatría de la Universidad de Nueva York y director del programa Public and Global Psychiatry, ha explicado a El Confidencial la importancia que la creatividad –que ha sido el tema central de un curso que se ha impartido esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP)– tiene en el devenir de la sociedad. En su opinión, “la capacidad de las personas y los sistemas para buscar soluciones nuevas” está en la base misma del comportamiento humano pues, a fin de cuentas, “los primates más aventureros sobrevivían mejor”.
En su opinión, la creatividad es la clave para salir de la crisis política y económica en la que nos encontramos: “El problema hoy en día no es la falta de recursos, sino la falta de políticas para usarlos de forma óptima. Es necesario que aflore la creatividad en el ámbito político, ideas y líderes nuevos, que huyan del miedo y los comportamientos regresivos, que también surgen en situaciones de crisis”. Para trazar un paralelismo Trujillo echa la vista atrás, y reclama la necesidad de volver al ‘espíritu de la Transición’: “Necesitamos algo nuevo, como sucedió en la Transición, cuando hubo una respuesta constructiva y creativa a lo que sucedía en España”.
En busca de un nuevo liderazgo
Todas las nuevas ideas no han sabido encauzarseSegún el psiquiatra, en los momentos históricos complicados, como el que estamos atravesando, el impulso creativo surge con más fuerza y aparecen los “genios”, los líderes que realmente cambian el devenir de la sociedad, que tienen el suficiente carisma para lograr que la población reme en la misma dirección. Un liderazgo creativo que en España todavía no ha aflorado. Y es que, según Trujillo, cuando ha aparecido la creatividad no ha habido líderes, y cuando ha habido líderes, no han sido creativos: “En el 15-M surgió creatividad. Eran personas que no estaban ni con la derecha, ni con la izquierda. Estaban desencantados con el sistema, pero integrados en él. El problema es que todas las nuevas ideas no han sabido encauzarse. No ha habido un liderazgo que mantenga el espíritu del movimiento y lo convierta en algo operativo”.
El liderazgo funciona en varias direcciones. De hecho, explica Trujillo, si bien el 15-M no ha logrado sus objetivos, sigue coleando porque no hay enfrente un liderazgo que sepa contenerlo, o integrarlo, como sí ha ocurrido en su opinión con Occupy Wall Street (OWS), un movimiento que el psiquiatra conoce bien dado que su epicentro se ha desarrollado en la ciudad donde reside, Nueva York: “OWS ha tenido menos impacto que el 15-M. Ha sido una respuesta mimética, no espontánea, respecto a España y Oriente Medio. Son grupos minoritarios. La respuesta no ha sido tan visceral y se ha acabado extinguiendo. La diferencia fundamental es que Obama sí ha mostrado liderazgo contra la crisis y ha tenido el suficiente éxito como para apagar esa llama”.
¿De dónde podría surgir el liderazgo que necesita nuestro país? Trujillo asegura que “en los sistemas sociales, de forma eventual, surgen grupos que articulan las respuestas necesarias”, pero no se atreve a asegurar de dónde surgirá la fuerza necesaria para lograr un cambio creativo en España: “15-M, partidos políticos, asociaciones… No lo sé, pero en España no ha aparecido un nuevo liderazgo, y no va a emerger hasta que la situación no sea más tensa”.
La crisis afecta a nuestra salud mental
El ser humano tiene una conexión entre lo psíquico y lo físico que en sistemas inestables, como el actual, se nota másSegún explica Trujillo, la búsqueda de la creatividad es una cuestión de salud mental, pues es la única herramienta que tenemos para salir con éxito de la crisis. Y es que tamaño nivel de incertidumbre es insostenible, no sólo en el plano social, también a nivel personal. Tras ejercer muchos años como psiquiatra, tratando trastornos mentales tan graves como los que padecieron muchos neoyorquinos tras los atentados del 11-S, Trujillo afirma tajantemente que “el ser humano tiene una conexión entre lo psíquico y lo físico que en sistemas inestables, como el actual, se nota más. Con la crisis ha crecido en torno a un 5% la incidencia de la ansiedad y los trastornos depresivos. Es cuantificable. Y en países como Grecia la situación es mucho más grave. Allí el aumento ha sido espectacular”.
El psiquiatra apunta a la necesidad de ayudar a las personas que padecen fuertes crisis personales, debido al desempleo o la inseguridad financiera, “que tienen un coste emocional para el que las padece”, pero asegura que son los propios afectados los que deben finalmente dar un vuelco a la situación. En su consulta anima a sus pacientes a que tomen las riendas de su proceso de recuperación, una corriente en psiquiatría conocida como recovery approach, que según Trujillo es también aplicable a la sociedad. Y es que, tal como cuenta el psiquiatra quizás en un guiño intencionado respecto al rescate europeo, “los sistemas sociales deben articular las respuestas para salir de la crisis desde dentro, pues es muy difícil dar recetas desde fuera”.
En su opinión, la creatividad es la clave para salir de la crisis política y económica en la que nos encontramos: “El problema hoy en día no es la falta de recursos, sino la falta de políticas para usarlos de forma óptima. Es necesario que aflore la creatividad en el ámbito político, ideas y líderes nuevos, que huyan del miedo y los comportamientos regresivos, que también surgen en situaciones de crisis”. Para trazar un paralelismo Trujillo echa la vista atrás, y reclama la necesidad de volver al ‘espíritu de la Transición’: “Necesitamos algo nuevo, como sucedió en la Transición, cuando hubo una respuesta constructiva y creativa a lo que sucedía en España”.
En busca de un nuevo liderazgo
Todas las nuevas ideas no han sabido encauzarseSegún el psiquiatra, en los momentos históricos complicados, como el que estamos atravesando, el impulso creativo surge con más fuerza y aparecen los “genios”, los líderes que realmente cambian el devenir de la sociedad, que tienen el suficiente carisma para lograr que la población reme en la misma dirección. Un liderazgo creativo que en España todavía no ha aflorado. Y es que, según Trujillo, cuando ha aparecido la creatividad no ha habido líderes, y cuando ha habido líderes, no han sido creativos: “En el 15-M surgió creatividad. Eran personas que no estaban ni con la derecha, ni con la izquierda. Estaban desencantados con el sistema, pero integrados en él. El problema es que todas las nuevas ideas no han sabido encauzarse. No ha habido un liderazgo que mantenga el espíritu del movimiento y lo convierta en algo operativo”.
El liderazgo funciona en varias direcciones. De hecho, explica Trujillo, si bien el 15-M no ha logrado sus objetivos, sigue coleando porque no hay enfrente un liderazgo que sepa contenerlo, o integrarlo, como sí ha ocurrido en su opinión con Occupy Wall Street (OWS), un movimiento que el psiquiatra conoce bien dado que su epicentro se ha desarrollado en la ciudad donde reside, Nueva York: “OWS ha tenido menos impacto que el 15-M. Ha sido una respuesta mimética, no espontánea, respecto a España y Oriente Medio. Son grupos minoritarios. La respuesta no ha sido tan visceral y se ha acabado extinguiendo. La diferencia fundamental es que Obama sí ha mostrado liderazgo contra la crisis y ha tenido el suficiente éxito como para apagar esa llama”.
¿De dónde podría surgir el liderazgo que necesita nuestro país? Trujillo asegura que “en los sistemas sociales, de forma eventual, surgen grupos que articulan las respuestas necesarias”, pero no se atreve a asegurar de dónde surgirá la fuerza necesaria para lograr un cambio creativo en España: “15-M, partidos políticos, asociaciones… No lo sé, pero en España no ha aparecido un nuevo liderazgo, y no va a emerger hasta que la situación no sea más tensa”.
La crisis afecta a nuestra salud mental
El ser humano tiene una conexión entre lo psíquico y lo físico que en sistemas inestables, como el actual, se nota másSegún explica Trujillo, la búsqueda de la creatividad es una cuestión de salud mental, pues es la única herramienta que tenemos para salir con éxito de la crisis. Y es que tamaño nivel de incertidumbre es insostenible, no sólo en el plano social, también a nivel personal. Tras ejercer muchos años como psiquiatra, tratando trastornos mentales tan graves como los que padecieron muchos neoyorquinos tras los atentados del 11-S, Trujillo afirma tajantemente que “el ser humano tiene una conexión entre lo psíquico y lo físico que en sistemas inestables, como el actual, se nota más. Con la crisis ha crecido en torno a un 5% la incidencia de la ansiedad y los trastornos depresivos. Es cuantificable. Y en países como Grecia la situación es mucho más grave. Allí el aumento ha sido espectacular”.
El psiquiatra apunta a la necesidad de ayudar a las personas que padecen fuertes crisis personales, debido al desempleo o la inseguridad financiera, “que tienen un coste emocional para el que las padece”, pero asegura que son los propios afectados los que deben finalmente dar un vuelco a la situación. En su consulta anima a sus pacientes a que tomen las riendas de su proceso de recuperación, una corriente en psiquiatría conocida como recovery approach, que según Trujillo es también aplicable a la sociedad. Y es que, tal como cuenta el psiquiatra quizás en un guiño intencionado respecto al rescate europeo, “los sistemas sociales deben articular las respuestas para salir de la crisis desde dentro, pues es muy difícil dar recetas desde fuera”.
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