martes, 10 de agosto de 2010

Conectar con los demás

Encontré una respuesta muy sencilla, y quizás a muchas personas les resuene en su interior. Sólo buscaba mirar a los ojos de una persona y sentir su más profundo latir del corazón, quizás, reflejado en una plena sonrisa de paz. Sencillo.

Se suele decir, que la mayor virtud está en saber estar en el término medio. Entre controlarlo todo y no controlar nada (sólo sentir), siempre hay punto medio en el que debemos saber gestionar el momento. Pero sin ansiedad, y con la tranquilidad de que podemos equivocarnos acerca del futuro, pero nunca de lo que sentimos en el presente.

Planteado este cuento de hadas, podría ser un buen momento para cerrarlo e indicar: “vive el presente y siente con locura cada momento”. Mucha gente cerraría el libro muy feliz y se iría a su mejor amigo a decirle: “qué bien lo paso contigo… eres genial”, o a su pareja a decirle: “te quiero mucho, eres el motivo por el que me levanto todas las mañanas”.

Sería fantástico haber avanzado un paso así, pero también nos toca imprimir un poco de madurez y saber que somos personas que tenemos que vivir y gestionar ambos extremos. Además de la maravilla de sentir cada día, también es bueno pensar que las personas que nos rodean cumplan mínimamente nuestros factores necesarios. Pero en vez de esforzarnos una y otra vez en que cambien para que sean al 100% como queremos, potenciar lo que mejor resuena de la otra persona y prestar la menor atención posible a lo que más nos cuesta

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