La Derrota nos ayuda a ser mejores y a valorar la victoria

Por lo general a fin de año sólo se habla de quienes ganaron, de los vencedores, de los que se impusieron a todos. Por eso ahora, cuando un nuevo periodo comienza, bien vale la pena destinarle unas palabras a los vencidos, a quienes perdieron, a los que se quedaron en el camino o simplemente a quienes tuvieron un año horrible en cuanto a resultados deportivos se trata. Para ellos: tranquilos, perder hace bien.
Frases para enmarcar el concepto de derrota como una buena experiencia, existen por miles: “Lo que no mata hace más fuerte”, “Los obstáculos en el camino de los débiles, se convierten en escalones en el sendero de los triunfadores”. Pero hay unas palabras dichas por nuestro seleccionador nacional, Marcelo Bielsa, que en lo personal se transformaron en una especie ley aplicable a todos los ámbitos de nuestra existencia: “Los momentos en mi vida que he crecido tienen que ver con los fracasos: los momentos en mi vida en que he empeorado, tienen que ver con el éxito. El éxito es deformante, relaja, engaña, nos vuelve peor, nos ayuda a enamorarnos de nosotros mismos; el fracaso es todo lo contrario, es formativo, nos vuelve sólidos, nos acerca a las convicciones”.
Ahora no se trata de andar perdiendo por la vida, la idea es ir convirtiendo la derrota en triunfo, ponerse metas e ir mejorando año tras año las mismas, con seriedad, convicción, con hidalguía y lo más importante: aprendiendo a sacar lo positivo de cada caída. Hay algo en lo que los argentinos -como Bielsa- nos superan ampliamente: no tienen miedo a equivocarse, asumen una falla con la naturalidad que debe enfrentarse, entienden que los errores son los momentos en donde uno realmente aprende, pero nosotros los chilenos lo único que esperamos es jamás equivocarnos. Error fatal.
Me imagino que a nadie le agrada perder, menos si se trata de una derrota tras otra. Todos alguna vez hemos sentido el fracaso, lo importante es sacar lecciones y procurar no caer donde mismo. Eso es crecer.