domingo, 1 de agosto de 2010

El Guia Interior

Cada uno de nosotros tiene un poderoso maestro o guía interno que le ayuda en el sendero de la vida. Cuando conectamos con el maestro que necesitamos en cada momento, nuestro viaje vital se torna más liviano y el alma progresa con mayor rapidez. Descubre cuál es el tuyo y conecta con su sabiduría y amor incondicional.





En épocas de necesidad, tal vez hayas sentido una presencia espiritual o sabia a tu alrededor. Aunque parezca tratarse de un ser oculto y misterioso, siempre está presente. Si quieres comunicarte con él tienes que dar un paso adelante y sentir una conexión constante con ese maestr@ de tu alma. él nunca duerme. Si estás conectad@ te sentirás más segur@ a la hora de tomar decisiones, así como protegid@ a medida que avances en tus propósitos vitales.
Para conectar necesitarás darte muchos momentos de silencio y escuchar tu música interior, relajarte y procesar la información que te dicte tu maestro del alma.
Si meditas, te centras y oras, entrarás en una especie de circuito mágico del que brotará mucho bien. Tal vez ya estás familiarizad@ con la meditación y la practicas con regularidad. Tienes frente a ti un largo viaje que hacer. Es importante que actúes conscientemente desde tu centro divino. Con el apoyo de tu maestro lo conseguirás. UN LUGAR PARA CONECTAR CON TU MAESTRO

Hay muchos rituales y prácticas que puedes seguir para facilitarte el contacto con tu maestro interior, quienquiera que sea. Si tienes verdadera intención de hacerlo y trabajas conscientemente para conseguirlo, obtendrás resultados. Te sugerimos que lo intentes al menos una vez a la semana en plena naturaleza y tras haber tomado un baño para limpiar tu cuerpo físico y tu campo energético. Al agua del baño puedes añadir un poco de añil puro (fortalecerá tu aura) y unas gotas de aceites esenciales para relajarte y purificarte (lavanda, jazmín, neroli, sándalo). Cuando hayas terminado vístete con ropa blanca. Puedes llevar contigo un cuarzo o algún símbolo religioso o chamánico. Elígelo en función de quién sea tu maestro. A continuación puedes seguir estos pasos:

-Enciende un incienso preparado por ti con hojas de salvia, aguas de pino y virutas de cedro. Cuando el humo empiece a ascender deja que te impregne un poco la cabeza, el rostro y las manos. Puedes ayudarte con una pluma.

-Enciende una vela blanca completamente nueva. Entona una oración a tu maestro interior y pídele apoyo y protección, orientación, sanación. Pídele que se manifieste, que te dé señales.

-Hazle una ofrenda de flores blancas en agua y deja que la vela se consuma en un sitio seguro mientras tú vas a su encuentro (física y psíquicamente). Lo ideal serla que pudieras dirigirte a un espacio natural cercano donde te sientas en paz y recargues baterías. Si no te es posible, busca un espacio en casa donde nadie te moleste y puedas mantener un buen aislamiento durante el tiempo que desees para realizar esta práctica de interiorización y contacto.

-Recuerda que el contacto no podrás realizarlo mediante la mente racional, sino intuitivamente. Si te apetece tumbarte en un rincón o espacio favorito, hazlo. Si prefieres cantar o rezar, no te reprimas.

-Si deseas hacer preguntas concretas sobre ti mism@ o decisiones que tengas que tomar en tu vida, hazlo también. El principal desafío es seguir tu instinto y avanzar en la dirección en que te guíe tu intuición.

-Si sientes que has contactado con energías que te inquietan, pregúntate por ejemplo, ?¿qué hay en mí que atrae esta fuerza??. Si las dudas persisten, habla o reza desde el fondo más profundo de ti con respeto y buena voluntad hacia tu maestro. No le temas. Te acompañará a medida que tu viaje interior se vaya desplegando ante ti.

MEDITA CON TU MAESTRO
Cuando sepas quién es tu maestro y puedas simplificar el ritual para contactar con él, te será muy fácil meditar con él y escuchar sus consejos. Puedes seguir estos sencillos pasos:

-Encuentra un sitio tranquilo y silencioso para sentarte.

-Adopta una postura cómoda y cierra los ojos.

-Déjate fluir, no pienses en nada. Si te vienen pensamientos, déjalos entrar y luego déjalos ir para volver de nuevo a ese estado de no pensar.

-Pon atención a la atención. No dejes que la atención suponga un esfuerzo, ni intentes forzar a los pensamientos para que se vayan, simplemente déjalos entrar y salir.

-Ahora centra tu atención en tu maestro. Es el momento de pronunciar su nombre internamente, como si fuera un mantra. Deja que la palabra te lleve donde quiera. Sonríe y nota la sensación de paz que acompaña dicha palabra.

-A medida que sonríes, aprecia cómo te elevas y te rodea una luz blanca.

-Pide a tu maestro que te permita convertirte en él por un momento y experimenta la ligereza y felicidad de entrar en su espacio, en su dominio.

-Acércate a él e intenta conocerle como si fuera un amigo.

-Pídele que te guíe con su sabiduría y escucha calladamente los mensajes que tenga para ti.

-Puede que los mensajes no te lleguen en palabras, sino en sensaciones o imágenes. Puede ser también que los beneficios de la meditación con tu maestro se manifiesten horas después. A medida que se vayan clarificando los bloqueos emocionales que te impiden conectar con él plenamente, te será más fácil entender sus mensajes.

-Ten paciencia. Purifica tu conciencia y verás cómo la sabiduría interior de tu maestro acaba por iluminarte.

Saber más: Cómo descubrir al maestro interior, Kabaleb (I y II), Arcano Books. T E S T ¿CUÁL ES TU MAESTR@ INTERIOR?

¿Es tu maestr@ un poderoso chamán, una sacerdotisa, un peregrino, un caballero andante, un niño, un ángel, o la naturaleza? Si aún no lo has descubierto haz el test que te ofrecemos; te orientará al respecto. Tú mism@ también puedes elaborar uno similar con otros arquetipos diferentes. Anota los números de las preguntas a las que respondan afirmativamente:

1) Necesito hacer planes sabios para mi futuro y marcarme mejores metas.
2) Me gustarla sentirme más segur@ y libre.
3) Siento como si careciera de conexiones, como si viviera de forma superficial, pero sé también que hay algo más en mi vida que esto.
4) Ansío disfrutar de sentimientos profundos de pasión, inspiraci?n, belleza y amor.
5) Siento que he perdido algo importante que podría mejorar la calidad de mi existencia.
6) Necesito sentirme más motivad@ para perseguir aquello que necesito.
7) Necesito más tiempo de ocio en mi vida: todo lo que llevo a cabo parece un trabajo, una labor ineludible.
8) Continuamente me asaltan recuerdos y sentimientos dolorosos y estoy cansad@ de que se repitan los esquemas de mi vida pasada.
9) Me siento completamente insegur@ de donde estoy en este momento, como si anduviera perdid@ en la niebla y lo desconociera todo.
10) Siento necesidad de contemplar la naturaleza sin pensar, sin juzgar, sólo por el gusto de contemplarla.
11) Siento mi mente separada de mi alma, necesito espacios libres de conceptos materiales. Tengo que abandonar hábitos erróneos de vida que me intoxican el cuerpo y me impiden pensar.
12) Me siento deprimid@ y amargo la vida a los demás. He perdido el sentido del humor. No consigo integrarme en los círculos de reuniones sociales.
13) Mi vida me aburre, no consigo distraerme con gente a menos que me dedique a criticar.
14) Cada día me aplasta más la rutina cotidiana. Empiezo a caer en una depresión. Todo se me hace monótono y aburrido.
15) No encuentro alicientes en la vida. Sueño con mundos desconocidos, con viajes a lugares lejanos, con gentes que se rigen por otros cánones.

Si has contestado Sí a las preguntas 1 y 2, el chamán es el maestro que te ayudará ahora. Busca el reflejo de esta poderosa parte de ti para sentirte más estable, segur@ y capaz de planear y protegerte. Colecciona imágenes o estampas que denoten poder estable. Pon a tu chamán un nombre. Imagina que te llena de fuerza, luz y seguridad.

Si has contestado Sí a las preguntas 3 y 4, la sacerdotisa es tu maestra. Ella te ayudará a sentirte más conectad@ con todos los seres vivos, a disfrutar más profundamente de cuanto te rodea. Encuentra imágenes de este arquetipo femenino y colócalas en un sitio visible para que te animen y te inspiren. Ponle un nombre. Visualízala caminando junto a ti, compartiendo su gracia y dignidad espiritual contigo.

Si has contestado Sí a las preguntas 5 y 6, el caballero andante te ayudará a encontrar lo que buscas. Esta parte de tu Yo buscador te será de gran ayuda cuando sepas que necesitas algo. Visualiza a un enérgico compañero de viaje que conoce bien cada paso del viaje que conduce a aquello que deseas más ardientemente. Ponle nombre. Imagínale a tu lado cuando te adentres en terrenos desconocidos.

Si has contestado Sí a las preguntas 7 y 8, el niño te ayudará a reconectar con tu niño interior juguetón, que sabía cómo jugar y disfrutaba con ello. Te podrá mostrar lo que necesitas para sanar las viejas heridas y crear nuevos patrones más saludables para ti mism@. Colecciona viejas fotos tuyas e imagina las preguntas que harías a ese ni?@. ¿Lleva tu nombre infantil? Ponle nombre en cualquier caso.

Si has contestado Sí a la pregunta 9, tu maestro es todavía un misterio. Te puede sonar raro o difícil, pero aún no te ha llegado el momento de contactar con él. Si tienes paciencia, terminarás por tener las cosas más claras. Justo ahora es momento de que disfrutes de la vida y no te compliques con querer saber más. Te llegará el momento de saberlo, ya lo verás.

Si has contestado Sí a las preguntas 10 y 11, no hay mejor maestro para ti que la propia naturaleza. Intenta pasar el máximo de tiempo escuchando sus mensajes de vida, muerte y renacimiento. Contempla las criaturas, escúchalas en silencio cuanto puedas. Cómprate discos de sonidos naturales (cantos de pájaros, batir de olas, etc.). Rodéate de imágenes que te inspiren y conecten con lo creado. Para reconocer su influencia cuando sientas su llamada, ponle un nombre simbólico, tal vez el de una flor o un pájaro que te gusten. Ten siempre flores frescas flotando en agua y no olvides que tu maestro puede manifestarse con más poder en una violeta silvestre que en las flores más mimadas de un jardín. Tal vez necesites replantearte tu profesión y centrarla más en el medio ambiente.

Si has contestado Sí a las preguntas 12 y 13, necesitas desesperadamente conectar con tu ángel. Para atraerlo a ti es esencial que tú mism@ te conviertas en un ser angelical, es decir, que se establezca entre vosotros un nivel de resonancia. Tendrás que mantener tu integridad, olvidarte de cotilleos y, sobre todo, desarrollar un corazón ligero para que aflore en ti tu encanto y dulzura innata. Sólo así tu ángel se convertirá en tu aliado. Disfrutará viendo cómo le llamas -no olvides ponerle nombre- y expandes tu alegría y sentido del humor. Te ayudará a hacer nuevos amigos, eliminará de tu vida el aburrimiento. Pon ángeles en tu espacio (esculturas, estampas), vístete de blanco y colores alegres y, sonríe siempre. Sonríe y piensa en algo dulce como la fragancia de una flor. Instantáneamente te volverás más dulce.

Si has contestado Sí a las preguntas 14 y 15, parece que ha llegado el momento de que te pongas de nuevo en movimiento. Tu peregrino interior te insta a que le sigas, a que navegues por tus mares interiores, a que no eludas la búsqueda de ti mismo y te atrevas a ?viajar?, a ?explorar? en las sombras. Necesitas aire fresco, romper con viejos hábitos. Es hora de recorrer nuevos caminos. El peregrino será para ti buen consejero: te llevará por espacios que ni siquiera sospechabas, te ayudará a romper cadenas que ya no sirven. Te enseñará a reír, te dará una seguridad que ahora creer tener pero que es falsa. Indaga en las modernas terapias psicológicas y descubre las más afines para tus necesidades. Pon un nombre a tu peregrino. él nunca permitirá que te aburras o estanques. Conoce el camino de ida y vuelta mejor que tú: síguele sin miedo.

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