domingo, 14 de noviembre de 2010

Crear tu Propia Suerte: Hábitos de Mejora

The Luck Factor [a manera de introducción]

Es curioso que una de las experiencias profesionales más satisfactorias de los últimos meses haya tenido poco que ver con la Consultoría y mucho más con la adopción, un tanto a desgana al principio, del papel de 'Mentor' [hay que ser arrogante para considerarse a sí mismo un "mentor" de nadie] de cara a un grupo reducido de jóvenes estudiantes de último curso de Escuelas de Ingeniería de Bizkaia.

Durante tres meses les he acompañado en la tarea de iniciarse en el mundo laboral, tratando de darles soporte y guía durante el período de prácticas que formaba parte del Taller de Dinamizadores de Innovación de BAI, dirigido por Joseba Barbarías.

El viernes pasado tuvimos nuestra última tutoría. Además de las labores de seguimiento habituales [han estado, por ejemplo, trabajando en la construcción de sus identidades digitales profesionales en redes sociales como Linkedin], quería despedirme manteniendo el carácter práctico que ha marcado al Taller desde sus inicios. Después de pensarlo varios días, me decidí a hablarles de un tema que, de entrada, puede parecer poco serio y/o de escasa utilidad real, pero que de hecho encierra algunas de las lecciones más importantes de la vida.

Les hablé de la Suerte.

Me habéis leído en alguna ocasión que la Suerte no existe, sólo el Azar. Y sigo creyéndolo, por descontado. También sabéis que, como Nassim Taleb o el peor conocido Leonard Mlodinov, estoy convencido de que subestimamos sistemáticamente el papel del Azar en nuestras vidas. Tendemos a atribuir a nuestro talento o habilidad nuestros éxitos, pero si pensáis por unos momentos en cómo habéis llegado a donde quiera que estéis [vuestra pareja, vuestros amigos, vuestro trabajo, vuestros hobbies o aficiones, etc] os quedaréis impactados al tomar conciencia del papel omnipresente que el Azar ha jugado en todo ello.

La Suerte no existe, pero sí existe el Azar. Y el Azar pone continuamente a nuestro alcance Oportunidades [o la posibilidad de crearlas] para mejorar nuestras vidas, en todos los aspectos que normalmente importan [salud, dinero, amor]. Castaneda lo llamaba el "centímetro cúbico" de Suerte, uno que el Guerrero con Poder podía utilizar en su propio provecho. Para tener Suerte se requiere de nosotros que estemos preparados para recibirla [como veremos próximamente, la Creatividad tiene mucho que ver con todo esto].

Así pues, decidí que tenía que contarles lo que sé, gracias al Dr. Richard Wiseman, gracias a lo que he vivido, de la Suerte. En primer lugar para que supieran que hay una lógica clara detrás de la buena o mala suerte que de forma consistente parecen encontrar algunos individuos en la vida. Una lógica descubierta por el Dr. Wiseman a partir de una investigación que ha durado varios años, con cientos de entrevistas, decenas de experimentos, miles de datos que, en conjunto, ofrecen pistas muy sólidas, evidencias científicas, sobre cómo podemos mejorar nuestra buena Fortuna.

En resumen, les deseé Suerte, suerte en el camino que iniciaban, suerte en su vida, pero no me conformé sólo con desearla, sino que les mostré, gracias al trabajo del Dr. Wiseman, cómo convertirla en un hábito.

Y ese fue mi regalo de despedida.

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