miércoles, 7 de septiembre de 2011

Es Importante desarrollar la Capacidad de Elogiar y Reconocer El Merito

Para hablar de la comunicación efectiva y afectiva, es necesario que nos enfoquemos sobre las necesidades humanas. Virginia Satir, terapeuta familiar de fama mundial y reconocida autora dijo que los seres humanos tienen tres necesidades básicas:

Ser vistos
Ser tocados
Ser escuchados
Cuando estas necesidades básicas se reconocen, la comunicación fluye. Por el contrario, nuestra comunicación se bloquea seriamente cuando se ignoran estas necesidades: por ejemplo, cuando miramos sin ver, cuando oímos sin escuchar, cuando tocamos sin sentir. En otras palabras, cuando estamos desconectados. Las consecuencias de este comportamiento pueden dejar profundas heridas en nuestra vida y la de nuestros seres cercanos. Satir dice "La mayoría de nosotros ha pagado un precio por esto. El precio de no sentirse bien con uno mismo y con los otros, de no sentirse amado, de no hacer lo que se debe y de no tener esperanzas." Por lo tanto la puerta hacia la comunicación efectiva se abre cuando podemos hacer contacto con nosotros mismos y con nuestras necesidades. Solo entonces, podemos lograr un contacto efectivo con los demás. El contacto comienza con el reconocimiento de nuestra condición humana, tenemos sentidos: ojos para ver y ser vistos, oídos para escuchar y ser escuchados, manos para tocar y ser tocados. Nuestros sentidos son el canal principal que utilizamos para tomar y dar información que se traduce en pensamientos, sentimientos, palabras y acciones que pueden posibilitar o impedir nuestra comunicación.

Muy a menudo olvidamos esto, porque sabemos muy poco sobre las necesidades humanas. En este artículo vamos a explorar el poder de nuestros sentidos, el poder de nuestros pensamientos y el impacto consiguiente sobre nuestras acciones, conducta y comunicación.

EL PODER DE LOS SENTIDOS

Nuestras herramientas humanas

La mayoría de las veces actuamos como si nuestros sentidos tuvieran una llave de apagado - encendido. Oímos o no oímos, vemos o no vemos, sentimos o no sentimos. No podemos reconocer aquellas sutilezas que son posibles

Jean Huston, El humano posible

Ojos para ver y ser vistos

Nuestros ojos: la ventana de nuestra alma... Hace tres años fui invitada a conducir un taller sobre comunicación para los ejecutivos de SCANIA, en Suecia. Me sentí honrada por este pedido, y me pregunté en qué aspectos querrían mejorar, ya que SCANIA es una compañía muy exitosa. Les pedí que me dijeran cual era su necesidad más urgente y ellos me respondieron: "Queremos que se vean las personas que trabajan aquí, no únicamente los camiones. Encontré una gran sabiduría en esto, ya que cuando las personas son vistas tienden a desenvolverse de manera mejor. Un buen negocio tiene que ver con las personas que dan lo mejor de sí y que logran su mayor potencial, pero para que esto ocurra, necesitan ser vistos, eso significa: necesidad de ser reconocidos, gratificados y apreciados.

La tribu africana ZULU utiliza como saludo: "Estoy aquí para que me veas", "Y yo te veo".

¿ Qué ocurriría si en lugar de utilizar nuestro saludo mecánico "Hola ¿cómo estás? " "¡Todo bien!", nos saludáramos como la tribu ZULU? ¿Qué pasaría si cada vez que nos encontramos con alguien, pensáramos " Estoy aquí para verte" mientras nos miramos a los ojos? Sostener este pensamiento mientras nos miramos a los ojos … requiere práctica.

Mirarse a los ojos es una habilidad que debe ser re-aprendida. ¡De hecho nacemos con esta habilidad! Basta recordar como los bebés mantienen un contacto intenso con sus madres desde el primer día. Pero durante el proceso de nuestra "nutrición" – yo lo llamaría "desnutrición"- destruimos este don y por lo tanto debemos re aprenderlo. Lamentablemente esa habilidad no se aprende en el colegio, al contrario, bajar la vista aún se considera un signo de respeto.

Por lo tanto, cuando crecemos sentimos que mirar a alguien puede considerarse totalmente inapropiado e invasor. El problema aquí reside no sólo en que la otra persona no se siente vista o reconocida sino en que nosotros decidimos a priori qué queremos ver en lugar de registrar a quien realmente tenemos allí, frente a nuestros ojos.

El proceso de re aprender cómo utilizar nuestros ojos, puede ser incómodo en un principio, tal como cuando aprendemos cualquier otra habilidad. ¡Será preciso que nos movamos de nuestra zona de comodidad, tal vez sintiendo vergüenza y permaneciendo ahí hasta que nos sintamos realmente incómodos! Pero... la buena noticia es que cuando llegamos a este punto podremos sostener la mirada en forma muy natural.

Manos para tocar y ser tocados

El tacto es un vehículo esencial para el desarrollo y buen funcionamiento del sistema nervioso. Pero tocar es otro tema prohibido para muchos de nosotros, aunque, una vez más... no nacemos con este sentimiento. Existe evidencia científica que muestra que la necesidad de tocar y ser tocados es innata, tanto así que las enfermeras y médicos neonatólogos saben que, cuando esta necesidad es ignorada, los bebés pueden llegar a morir. También puede decirse que cuando no existe el contacto físico en nuestra vida adulta "morimos de hambre". Ashley Montagu dice que sufrimos de "hambre de piel" causado por el prejuicio asociado con el sentido del tacto.

El tacto tiene poderes curativos. Las madres saben esto muy bien: cuando ponen su mano sobre una lastimadura, el niño deja de llorar. Si nosotros conscientemente le tomamos la mano a alguien por un minuto podemos llegar a un nivel de comunicación mucho mas profundo que con palabras. En mis talleres a veces le pido a los participantes que se tomen de las manos o se miren a los ojos por 50 segundos... y muchas veces luego de una resistencia inicial, encuentro que casi todos tienen los ojos llenos de lágrimas. Mi conclusión es que esas lágrimas están curando esa "hambre de piel" que muchas veces sufrimos como consecuencia del prejuicio o la falta de comprensión del "cuerpo-mente"

Cuando tocamos, muchas barreras de comunicación desaparecen.

Oídos para escuchar y ser escuchados

Escuchar es mas que oír. Escuchar quiere decir dar nuestra atención total a una persona y poner nuestra intención en comprender aquello que se está diciendo. Cuando escuchamos a alguien estamos mostrando respecto y aprecio hacia la persona que nos está hablando. El gran regalo de escuchar no es solo que prestemos atención a lo que se dice sino que seamos sensibles a la necesidad que tiene esta persona de comunicarse con nosotros.

Los obstáculos para escuchar radican en que muchas veces estamos más comprometidos con lo que queremos decir, o que tenemos otra preocupación en nuestra mente que no nos permite realmente escuchar lo que se dice o simplemente que estamos distraídos. Así que solo escuchamos una parte. El mayor obstáculo para no escuchar es estar enojados y con miedo.

Cuando tenemos miedo, nuestra comunicación se bloquea. El miedo nos hace sentir amenazados y dispara mecanismos de defensa o de ataque, como en una guerra. Queremos probar que tenemos razón y que la otra persona está equivocada.. Gerald Jampolsky dice " Cuando percibimos a la otra persona como atacante usualmente nos ponemos a la defensiva, y buscamos una manera directa o indirecta de responder al ataque. Éste surge siempre a raíz del temor o la culpa " ¿Y qué podemos hacer cuando tenemos miedo? Cambiar nuestra percepción del atacante, comprendiendo que tiene miedo. Esto requiere una elección particular y consciente ya que cuando estamos enojados o tenemos miedo seguramente vamos a responder con ataque o defensa. Sin embargo, el ataque genera más ataque, la violencia genera más violencia... De acuerdo con Jampolsky, la única respuesta para detener este ciclo vicioso es ... el amor.

Elegir el amor –que implica escuchar sin interrumpir – puede ser un desafío cuando estamos enojados – ¡ciertamente lo es para mí! Podemos encontrarnos divididos entre la necesidad de interrumpir porque no podemos aceptar lo que se está diciendo o no hablar porque tememos lastimar a la otra persona o simplemente porque tenemos miedo de ser criticados. Necesitamos, una vez más, hacer un esfuerzo consciente para permitir que la otra persona hable hasta que haya finalizado. Sólo entonces podemos expresar nuestro punto de vista teniendo en mente la necesidad de separar el hecho del actor. Por ejemplo decir: "Este informe está desordenado" en lugar de "eres desordenado". También utilizar frases comenzando con Yo en lugar de Tu puede abrir más los oídos de quien escucha : "Yo me siento desconcertado cuando no contestas mis llamados" en vez de "Tú me desconciertas cuando ignoras mis llamados".

EL PODER DE LOS PENSAMIENTOS

Un viejo dicho señala

Cuida tus pensamientos, se convierten en tus palabras
Cuida tus palabras, se convierten en tus acciones
Cuida tus acciones, se convierten en tus costumbres
Cuida tus costumbres... se convierten en tu destino
Nuestros pensamientos... poderosos instrumentos que inundan nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestra alma. Se cree que tenemos alrededor de 50.000 pensamientos por día y la mayoría de ellos son sobre nosotros. Así que ¡es mejor que empecemos a pensar de manera positiva sobre nosotros mismos! Realmente lo que pensamos sobre nosotros mismos impregna nuestro ser. Es mas, nuestras acciones son el espejo de nuestros pensamientos sobre nosotros mismos. Por eso es tan importante trabajar sobre nosotros mismos, especialmente porque existe un vínculo fuerte entre nuestros pensamientos y nuestra auto estima.

La autoestima y el poder del pensamiento

Como todo ser humano necesitamos comunicarnos y toda persona se comunica. El punto es cómo hacerlo y con qué resultados. De igual modo, cada persona tiene una imagen de sí mismo, positiva o negativa. La pregunta es: ¿cómo nos sentimos respecto de nosotros mismos y cómo afecta esto nuestra comunicación? Cuanto la autoestima es baja, la comunicación tiende a ser borrosa, indirecta, vaga y muchas veces deshonesta por miedo. Por el contrario, cuando la auto estima es alta la comunicación es abierta, directa, franca y clara.


Miedo
Amor
Autoestima
baja
alta
Comunicación
pobre
rica
borrosa...
indirecta...
deshonesta...
defensiva
clara...
directa...
segura...
honesta
Guiar nuestros pensamientos

El mayor descubrimiento de una generación es que los seres humanos pueden cambiar su vida modificando sus actitudes mentales

Albert Schweitzer

¿Por qué es importante guiar nuestros pensamientos? ¡Porque nos transformamos en aquello que pensamos! Para modificar nuestra actitud mental necesitamos aprender el arte de dominar nuestros pensamientos. Por supuesto ésta es una habilidad para desarollar durante toda la vida: podemos comenzar poniendo nuestra intención en aquietar nuestra mente. Existen muchas maneras de hacerlo, la oración, la meditación, la celebración, el canto... hasta dar un paseo o estar en contacto con la naturaleza. Lo importante es que la actividad que elijamos nos permita transferir nuestra intención hacia adentro, escuchar y mirar introspectivamente...El propósito de aquietar nuestra mente es poder escuchar la voz de nuestra profunda intuición.

En su libro El dominio: una tecnología para la excelencia, Tim Pierring señala que en el campo de la mente todos los pensamientos - ya sean positivos o negativos - se magnifican, así que en esencia nada puede ser tan malo o tan bueno... Él explica que todos los pensamientos al hacer su transición hacia la expresión se reducen en intensidad. Por lo tanto no hay necesidad de darle demasiado crédito a los pensamientos negativos tales como la preocupación, pero debemos poner mucha energía en los pensamientos positivos para evitar que se desvanezcan.Alphonse de Chateaubriant comparó la mente con aquellas mariposas que toman el color de las hojas sobre las cuales se posan. En su novela "La repuesta del Señor" escribió: "Nos convertimos en aquello que contemplamos". Si nuestra mente esta ocupada únicamente por preocupaciones, chismes, resentimientos y cuentas que pagar...ésta va a actuar en consecuencia. Fue Marco Aurelio quien dijo: "Su mente será como sus pensamientos habituales: ya que el alma se tiñe del color de sus pensamientos" Si pensamos en alegrías, maravillas y posibilidades... nuestra mente las creará.

En esencia, nuestros pensamientos cotidianos definirán nuestras palabras, éstas guiarán nuestra comunicación y nuestras acciones y… creará el color y el sabor de nuestra realidad.

" Si uno avanza con confianza en la dirección de sus sueños, y se aviene a vivir la vida que imaginó, podrá encontrarse con el éxito inesperado en lo cotidiano "

Henry David Thoreau.

Verónica de Andrés

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