"la meditación, la actitud positiva y el despertar a la propia identidad son los tres pilares necesarios para vivir plenamente", asegura Antonio Jorge Larruy. Este catalán, sucesor de las enseñanzas de Antonio Blay, llega a Donostia para impartir el curso Ser, el camino del autoconocimiento, que se celebrará desde el próximo miércoles hasta el sábado en el Palacio Miramar de Donostia.
Un día antes, mañana a las 19.00 horas, impartirá una charla explicativa abierta a "todo aquel que tenga una demanda de querer vivir con más plenitud", afirma.
Para Larruy el problema que llena de insatisfacción al ser humano y lo sitúa en una búsqueda constante de la felicidad radica en que se "busca fuera de uno mismo". Para este catalán, la socialización crea a las personas unas "propuestas erróneas" para alcanzar la plenitud en la vida, "basadas en la adquisición de bienes materiales, de cierto estatus social y económico, de una posición..." Sin embargo, la clave de alcanzar esa vida plena se encuentra "en nuestra propia interioridad", puntualiza.
"Debemos volver a nuestra naturalidad, ser más nosotros mismos", aboga Larruy, quien asegura que un menor es un buen ejemplo de plenitud. "Un niño no necesita nada para sentirse bien", comenta al respecto. Pero "cuando se socializa, se desconecta de la naturaleza, está cada vez más pendiente de lo de afuera y entra en esa neurosis colectiva" que, según expone, "es un problema general a los seres humanos, porque vivimos enajenados".
la sencillez
Amar y ser amado
Volver a nuestra naturaleza es, en definitiva, "vivir de forma sencilla", asegura Larruy. Para lograr ese objetivo buscado a lo largo de los tiempos, hay que cultivar los tres pilares que expone el escritor, autor también de una obra titulada Espacio interior. La aventura de ser uno mismo, entre otras publicaciones del ámbito de la meditación, la búsqueda de la felicidad y la paz interior.
En el curso que impartirá en Donostia, por ejemplo, abordará uno de esos pilares: la meditación o "aprender a estar en contacto con un mismo". No obstante, la contemplación y el acercarse a la propia intimidad debe ir acompañada de una actitud positiva, que sería, según mantiene el catalán, "el segundo pilar". "Nos han enseñado a que si uno quiere vivir con amor lo que necesita es que le amen. Pero eso es una actitud pasiva. En realidad, si quieres vivir feliz, debes cultivar esa felicidad", detalla.
El tercer aspecto clave es reconocer "el rol con el que uno se ha confundido". "Nos hemos creído lo que éramos y hemos perdido el contacto con el niño interior. Pero nosotros somos más que un nombre, un estatus o una historia. Somos un alma a la que hay que despertar", considera Larruy.
A grandes rasgos, la metodología que propone Antonio Jorge y que enseña en su escuela situada en Barcelona, además de en los cursos que imparte, tanto en la ciudad catalana como en la capital guipuzcoana, trata de desarrollar "toda la potencialidad interior" del ser humano para vivir de forma simple y conseguir la felicidad plena conociéndose a uno mismo.
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