domingo, 25 de julio de 2010

Aprende Inteligencia de Felicidad o ICOR por Diana Dreher

Si consagras tu vida a cumplir con delicadas y complejas responsabilidades laborales, te apuesto doble contra sencillo que te identificarás con la descripción que en una ocasión me dio un gerente empresarial sobre su rutina cotidiana: “Me siento como uno de esos equilibristas de circo que trabajan sin red y que, además de caminar por la cuerda floja, van haciendo malabarismos. Mi vida es en verdad emocionante, pero a veces me conformaría con ser un mero espectador en el público”.

No cabe duda que la mejor manera de reducir el estrés laboral es liberándonos de parte de la pesada carga de responsabilidades que llevamos sobre nuestros hombros. Pero ¿qué soltar, cómo, cuándo y de qué manera? En su libro “Tu Renacimiento Personal” (2009), la Dra. Diane Dreher nos sugiere siete maneras de simplificar nuestra vida, mismas que me permito compartirte.

1. DEJA DE IR SIEMPRE APRESURADO. Es una realidad que nuestra agenda es un campo minado, saturado de estresantes fechas límite. “¡Quedé de entregar el reporte de avances del proyecto pasado mañana y es hora que ni siquiera lo empezado!”, son quejas angustiadas que a menudo escuchamos en el frenético trajín que nos caracteriza. Dreher aconseja sobre el particular: “Siempre que te descubras apresurándote, di para tus adentros: ¡BAJA EL RITMO! Respira hondo, exhala el aire y mira a tu alrededor. Vuelve a respirar hondo, exhala de nuevo el aire, y retoma lo que estabas haciendo con un ritmo más natural”.

2. RESUELVE LOS ASUNTOS PENDIENTES. Los pendientes que tenemos en la cabeza son una especie de molestos mini-vampiros internos que nos roban la energía. Dreher recomienda anotar los asuntos no resueltos en una hoja de papel para descongestionar nuestra mente de cargas innecesarias. Si revisamos la lista de manera periódica, podremos ir tachando los pendientes que ya cumplimos. No todo lo que nos ocupa la mente merece nuestra preocupación: en tu lista anota de cuáles pendientes has decidido no hacerte cargo, ya sea porque en realidad son dolores de cabeza heredado de otros o simplemente porque no deseas en este momento de tu vida desgastarte por los mismos.

3. ELIMINA AQUELLO QUE TE RESTA ENERGÍA. En primer término se encuentran las relaciones agotadoras. Esto supone alejarse de aquellos individuos que te dejan exhausto después de descargar en ti sus crisis personales, miedos y exigencias. Dreher nos recuerda que esta clase de personas “invade tus límites y arroja a tus pies sus apremiantes problemas alejándote del camino que has elegido”. Resulta pues conveniente fijar límites saludables, de forma tal que en vez de abrumarse ante la interminable retahíla de quejas que los latosos nos comparten, simplemente pregúntales: “¿Y tú qué piensas hacer al respecto?”, en vez de tratar de resolverles la existencia.

4. DEJA DE IMITAR A LOS DEMÁS. Para evitar dejarte dominar por los deseos de terceras personas en tu vida, sigue y respeta tus propias necesidades, prioridades y valores. Y es que, ¿cuántos “wannabes” patéticos conocemos que hablan, visten y en general actúan como lo que no son? Recuerda que eres un ser humano singular que no requiere ser cortado con la misma tijera que otros.

5. NO SIGAS HACIENDO LO QUE YA NO TE GUSTA. Si se ha convertido en obligación algo que antes disfrutabas, ¡es hora de dejarlo!

6. EVITA LAS TENTACIONES CONSUMISTAS. Deja de ir a centros comerciales “para distraerte”, pues acabarás comprando cosas superfluas pensando que te hacen sentirte bien. Haz una lista de aquellos artículos que realmente necesitas y organiza una sola salida para hacerte de los mismos.

7. ALÉJATE DE LA TELEVISIÓN Y LA COMPUTADORA. La compulsión de tener todo el tiempo un aparato electrónico encendido es un recurso inconsciente para evitar estar con nosotros mismos. Reduce las distracciones y procura momentos de silencio y diálogo interior. ¡Resultará más emocionante de lo que pensabas!

Tal vez acabaría estresándonos el hacernos cargo de las siete acciones anteriores a la vez. Por lo pronto, reflexiona sobre la conveniencia de incorporar algunas de éstas a tu vida cotidiana. Lo que sí, empieza ya con al menos dos o tres.

Fuente: Diane Dreher (2009). Tu Renacimiento Personal. España: Urano.

El autor de este espacio es consultor empresarial, catedrático, coach y doctor en comunicación. Es socio del despacho González Roitman y Asociados, expertos en interlocución organizacional. Contacto: gonzalezroitman@gmail.com

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