lunes, 19 de julio de 2010

El Elogio Material de Construcción

: la alabanza positiva debe tener relación con los hechos, los esfuerzos y logros reales del niño y adolescente, y no con su carácter o personalidad. Debe reflejar una imagen realista de los resultados, no una definición celestial de su persona.
Lo positivo es decir: "qué bien hiciste esto", "esta letra está bien", "has resuelto con rapidez hoy estos problemas", "me gusta corno has arreglado hoy tu cuarto", etc, Lo negativo sería por lo tanto decir: "¡Qué inteligente eres!, ¡qué hábil eres!, ¡qué obediente eres!". La alabanza sobre los hechos es constructiva porque hace sentirse satisfecho del esfuerzo concreto realizado.
¿Qué es lo que nos impide practicar una alabanza constructiva? Para alabar los hechos hay que fijarse y observar a nuestros hijos/as, caer en la cuenta de sus esfuerzos. Y eso requiere cierta presencia y observación. Otra dificultad es la falsa creencia de que alabando a la persona, calificándola sin más de buena o excelente ya por eso va a convertirse en eso.
La alabanza correcta tiene el poder de promover el crecimiento, pero sin prisas. Se va integrando lentamente en el organismo y es una dosis de autoestima y satisfacción que va animando poco a poco a crecer.
¿Es necesaria la alabanza constructiva?
Toda persona necesita ese refuerzo humano. La satisfacción del deber cumplido, sobre todo en niños y adolescentes, no es suficiente. Ni siquiera el adulto puede realizar constantemente esfuerzos de calidad profesional sin refuerzos efectivos. Todos agradecemos íntimamente ese refuerzo sano y limpio, como un aire puro que llena el espíritu. Lo buscamos inconscientemente en el rostro de los demás, en las reacciones, en algún detalle que nos haga ver que nuestros esfuerzos han valido para algo

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