sábado, 18 de diciembre de 2010

La Importancia de Meditar : Ramiro Calle

La salvación del mundo está en la meditación. Zapatero debería aprender de Rodrigo Rato estas enseñanzas. Así de claro lo tiene Ramiro Calle, el apóstol de la meditación en España, que tras 23 días al borde de la muerte, recuperó la consciencia y escribió el libro Al Límite. Este alquimista de los sueños también ha sido profesor de yoga de la Reina Sofia y destaca de ella que “antes de tomar una decision de cualquier tipo, siempre medita. Su mente es clara y su corazón muy compasivo para los que lo hemos visto por dentro”.



Ramiro Calle no entiende de política, pero cree que Rodrigo Rato, uno de sus alumnos más aventajados, podría ser un buen presidente del Gobierno: “Rodrigo lleva haciendo meditación y yoga 34 años. Acude religiosamente un par de veces a la semana a practicar. Su postura favorita es la del Sastre. Se sienta sobre sus piernas y se ilumina”.



El presidente de Caja Madrid ha practicado durante más de 20 años el yoga físico, “pero ahora se dedica más al espiritual y de meditación. Eso le hace ser un político reflexivo y claro en sus acciones”. En ese sentido, Calle recomienda al líder del Ejecutivo que practique estas enseñanzas para guiar con más acierto la presidencia del Estado español: “Zapatero no practica y se le nota. Si lo hiciera, estaría más lúcido en la política".



Según Calle, estamos sobrados de lideres hipócritas y de politicastros: “Si el reformador no reforma su mente ¿Qué reforma vamos a hacer? ¿Cómo vamos a salir de la crisis?”.



La meditación de la Reina



La Reina Sofía fue una discípula ejemplar, según Calle. Le gusta practicar yoga, pero no tiene una ashana determinada a la hora de llevarlo a cabo. “Cuando era su maestro la inicié en las posturas básicas, sobre todo en lo que respecta a la filosofía oriental por la que tanta curiosidad tiene. Hicimos cinco seminarios sobre la paz interior y meditamos muchas horas juntos”.



“La Reina siempre medita antes de tomar una decisión en su vida. Su don es la ecuanimidad, su mente es clara y su corazón compasivo”, afirma Calle. Cada vez son más las empresas que, de cara a la crisis, contratan la escuela de Ramiro Calle para impartir seminarios. El ideólogo del yoga en España piensa que es posible humanizar el mundo de la empresa. “Son empresarios que están haciendo transformaciones importantes en sus organizaciones”. Empresas como los laboratorios Roche, L’Oréal o Ikea han solicitado sus servicios para humanizar sus negocios. “Es sencillo. Les transmito las herramientas y actitudes mentales básicas para realizar el trabajo y rendir mejor. Si hay avidez por la competitividad acaban por no rendir y eso no es bueno para la empresa”.



Para este tipo de seminarios, Ramiro escribió el libro Dividendos para el alma con el presidente de Parquesol Marcos Fernández y con Joaquín Tamames. Los empresarios piden cada vez con mayor insistencia que las firmas conecten con valores como la sostenibilidad, los derechos humanos y la justicia social. “Ya no es suficiente contar sólo con un departamento enfocado exclusivamente a la responsabilidad social de las compañías. La empresa de hoy esta llamada a orientar sus estrategias de negocio y modelos de liderazgo hacia esa dirección que sistemáticamente demanda el cliente”.



Presentadores de televisión subidos de tono



Un yogui no es un salvador de almas. Para Ramiro Calle, las teorías de occidente “están más que finiquitadas”. “Hemos llegado a un callejón sin salida y hay que desaprender para volver aprender”. Este maestro es, además, el peor enemigo la televisión. “Ese aparato es un producto del monstruo que hemos creado en nuestros días. Ahí tenemos el ejemplo más claro de la codicia humana. No podemos ser salvadores de nada. ¿De qué me sirve ser una buena cocinera si los demás quieren seguir comiendo comida basura?



“Si lo piensa usted, los guerreros siempre han matado a los filósofos para evitar que aflore un mundo espiritual y se potencie el pensamiento. El cometido es que la gente no piense. Están consiguiendo un yo robótico, que es lo que quieren los políticos. Por eso es difícil cambiar esta sociedad. Competencias de ego, siempre luchando como actores frustrados, el grupo de los egos rascacielos… el mayor ejemplo son ese manojo de presentadores de televisión subidos de tono que hay hoy en día”. Esos que jamás seguirán la doctrina del apóstol Ramiro Calle.

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