miércoles, 7 de julio de 2010

Elegir lo que te conviene

Tomar decisiones es una necesidad, una obligación y una responsabilidad. Todos tenemos . A través del ejemplo del Titanic, los autores de “Icerberg a la vista”, Miguel Ángel Ariño y Pablo Maella, ilustran el procedimiento de adopción de decisiones y sus posibles consecuencias, analizando algunas de las que se tomaron antes, durante y después del naufragio.

A andar se aprende andando. A nadar, nadando. Pero a tomar bien las decisiones no se aprende únicamente tomándolas. Lo que los expertos tienen claro es que sólo se aprende a decidir cuando se interiorizan unos principios básicos, algunos de ellos muy elementales.

"El ser listo o tonto; más alto o más bajo; francés, norteamericano o etíope; haber nacido en la segunda mitad del siglo XX o en el XVI, son circunstancias que nos afectan, pero sobre las que no podemos hacer nada. Nos toca convivir con ellas nos guste o no", aseguran los autores en el libro.

Lo mejor y más sano es aceptar estas circunstancias como puntos de partida de nuestra vida, porque el desear ser algo que no somos y que no está en nuestras manos sólo puede ser origen de frustraciones. Lo más recomendable es aceptar la realidad que nos ha tocado vivir y no añorar lo que podía haber sido.

Pero cuidado, no hay que confundir estos casos con las circunstancias que nos acompañan en la vida y sobre las que si podemos influir a través de nuestras decisiones.

¿Cómo tomar una decisión?

Lo primero que debemos hacer es seguir una serie de principios. Estos no dictarán qué alternativa hemos de coger en cada momento ni cómo solucionar el problema que tenemos, sino que nos indicarán las características que tiene que tener las alternativas que escojamos para no equivocarnos.

1. Preocúpate por decidir bien más que por acertar. A corto plazo, puedes tener resultados positivos habien decidido mal o negativos habiéndolo hecho bien. Pero a largo plazo, si decides bien acabarás obteniendo los resultados pretendidos. Eso sí, no juzgues tus decisiones pasadas con la inforamción de la que dispones en el presente: es autodestructivo.

2. Identifica claramente tus objetivos. No lo quieras tener todo, porque puedes acabar sin nada: céntrate en lo que es más importante para ti y olvida las cuestiones secundarias.

3. Plantea tus problemas de forma realista. O lo que es lo mismo, pregúntate por las causas que lo provocan. Además, busca una solución, no te pierdas encontrando culpables.

4. No te autoengañes, es muy fácil hacerlo. Cuando tomas una decisión cuesta cambiarla, aunque existan razones de peso para hacerlo. No tomes una opción arriesgada sólo por salir de una situación desagradable, si lo haces es muy probable que a la larga salgas perjudicado. La mejor manera de evitar el autoengaño es teniendo muy claro a qué no puedes renunciar.

5. Atiende sólo a la información relevante. Cerciórate que son los datos que realmente buscas, no sólo los que tienes disponibles y supera la tentación de desestimar la información relevante que te llega sólo porque es contraria a tus intereses.

6. Reconoce la incertidumbre y gestiónala. Debes de estar dispuesta a asumir riesgos. Analiza críticamente las suposicioens que haces antes de tomar una decisión, no vaya a ser que no hay nada que la sustente,y entonces sea errónea.

7. Sé creativo, genera alternativas. No hay nada más peligroso que una idea cuando ésta es la única que se tiene: si generas alternativas podrás elegir, si no, no. Si tenemos una buena idea no podemos renunciar a ella por tenmro a lo que digan los demás.

8. Ten en cuenta que tus decisiones tienen consecuencias. Prepara y anticipa la gestión de los posibles efectos para poder reaccioanr adecuadamente si se presentan.

9. Lo que decidas ponlo en práctica. Sabiendo que hay diferencias entre cómo crees que van a funcionar las cosas y cómo lo hacen realemnte. Además, es muy importante cómo ejecutes la decisión, sus resultados también dependen de cómo la implantes.

10. Sé consciente de que no todo es racionalidad. Somo seres con razón y sentimientos, y estos últimos también intervienen en la toma de decisioens. Lo más útil es la intutición acompañada de la razón.

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