Las virtudes cardinales en la Antigüedad
La areté ("excelencia") política ("ciudadana") de los griegos consistía en el cultivo de tres virtudes específicas: andreia (Valentía), sofrosine (Moderación o equilibrio) y dicaiosine (Justicia): estas virtudes formaban un ciudadano relevante, útil y perfecto. En La República, Platón añadió una cuarta, la Prudencia, y describió las cuatro virtudes cardinales como:[1]
* Prudencia (calculativo) - véase el todo
* Fortaleza (enérgico) - presérvase el todo
* Templanza (apetitivo) - sirvése el todo
* Justicia (virtud fundante/preservante) - conócese a sí mismo
Platón define cómo un individuo puede lograr estas virtudes: la prudencia viene del ejercicio de razón, la fortaleza de ejercer las emociones o el espíritu, la templanza de dejar que la razón anule los deseos, y desde estas la justicia viene, un estado en que cada elemento de la mente está de acuerdo con los otros.[2]
Platón describe la justicia como la virtud fundante y preservante porque sólo cuando alguien comprenda la justicia puede conseguir las otras tres virtudes, y cuando alguien posee todas las cuatro virtudes es la justicia que mantiene todos juntos.
Aprende a Sentirte Bien
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a)El primero corresponde a las emociones positivas como el disfrute, la
vida gozosa o la comodidad. Se trata de multiplicar las experiencias
placenteras qu...
Hace 6 años
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