sábado, 16 de abril de 2011

Creer en Lo que No VEMOS!!!!!!!!

Nunca lo creímos porque nunca se nos enseñó. Formamos parte de una cultura que al mejor estilo de Santo Tomás, repitió a voz en cuello “ver para creer”. La energía no se ve, por lo tanto no existe! Sin embargo, la realidad desbordó nuestras creencias. Y sustentados cada vez mas en la física cuántica que “reconoció” la existencia de “elementos no materiales” dentro del universo, la energía fue adquiriendo mayor preponderancia en la vida de los seres humanos. Escribo mal. No es que adquiera preponderancia, no. Somos energía, estamos inmersos en energía. El universo es energía. Por lo tanto el reconocimiento de esta verdad fue como haber colocado los hechos en su justa proporción.

La cultura oriental siempre lo supo porque nunca se dejó seducir por la razón y la mente como únicas fuentes del conocimiento humano. Para los orientales la energía es parte de su acontecer y es así como muchísimos enfoques de salud, que hoy descrestan a occidente, forman parte de su legado histórico, basados precisamente en el manejo de la energía.

Cómo no iban a tener una ciencia que explicara y regulara el manejo de la energía en los espacios y territorios que se habitan. El Feng Shui es entonces el manejo de conceptos que ayudan a una mejor calidad de vida, en el entorno en que nos desempeñamos.








Otra vez como Santo Tomás, hay que “ver para creer”. Los resultados que se producen en espacios organizados con filosofía del Feng Shui son de tal manera comprobables que es imposible intentar refutar la validez de los mismos. Pero el Feng Shui no puede limitarse a saber colocar objetos dentro de un espacio: el Feng Shui es la búsqueda de la armonía interior y exterior, respetando el entorno acto indispensable para encontrar un equilibrio personal y ambiental. Lo que nos rodea no está a nuestro servicio. La naturaleza no puede seguir considerándose un “juguete” en manos del ser humano.

Estamos siendo cada vez mas conscientes de la urgente necesidad de integrarnos al lugar que habitamos, respetando lo que nos rodea, valorando las energías que tenemos y que se generan en nuestro entorno para la construcción de una Gaia armoniosa y equilibrada, donde vivir sea en definitiva un acto de respeto con nosotros mismos y con lo que nos rodea. La energía es nuestra aliada, no en vano, es la esencia de nuestra existencia. El Feng Shui, la herramienta que nos ayude en este proceso.

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