Michelle Nielsen
Foto: JOSEP GARCIA
Usted aplicó la llamada ley de la atracción a su hijo.
Sí. Prefiero decir que creo mis realidades. Mi hijo nació tres meses prematuro, en condiciones dramáticas, pesando 800 gramos. Los niños que nacen tan pequeños a veces pueden tener problemas cuando empiezan a desarrollarse. El médico nos dijo que podría sufrir parálisis cerebral o problemas neurológicos, y ser sordo, ciego o mudo.
Unas expectativas durísimas.
Sí, y una bomba de relojería, porque nunca sabes cuándo puede frenarse su desarrollo, hasta que sucede. A los 4 años casi no hablaba, de- cía cuatro palabras y tartamudeaba hasta 20 veces para pronunciar una palabra tan simple como leche. La profesora me dijo que no progresaba, que andaba como un bebé y que se pasaba el rato mirando el cielo, sin jugar con el resto de los niños. No podría seguir en aquella escuela. Yo estaba destrozada.
¿Y qué hizo?
Un día, practicando mi meditación diaria, se me ocurrió usar el sistema para crear realidades que hacía 10 años que investigaba. Es el mismo sistema que he usado para conseguir todo lo que he conseguido en mi vida.
¿Por ejemplo?
Un buen negocio, una buena casa o un buen marido.
(...)
Lo puse en práctica y, al cabo de muy poco, empezaron las mejorías. Mi hijo paró de tartamudear y se convirtió en uno más. Pasó de curso, pero, como en el colegio no se lo creían, lo mandaron al psicólogo. Las pruebas fueron excelentes. Ahora está muy bien. ¡Habla tres idiomas a la perfección! Hace deporte, dibuja y es como cualquier otro chico. Ningún médico creía que eso fuera posible. Puedo afirmar que el poder de la intención sanó a mi hijo.
¿Cree en los milagros, o en Dios?
La palabra Dios tiene mucha carga y es limitada. Creo que hay algo, una inteligencia universal. El mundo no se creó por casualidad.
Aprende a Sentirte Bien
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a)El primero corresponde a las emociones positivas como el disfrute, la
vida gozosa o la comodidad. Se trata de multiplicar las experiencias
placenteras qu...
Hace 6 años
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