sábado, 16 de abril de 2011

El Liderazgo es un Arte que se basa en ACCIÓN Corecta

El liderazgo es todo un arte. En él intervienen toda una serie de elementos que entretejidos van configurando la madera de una persona con verdadero poder e influencia.
Existen cuando menos tres elementos, dos internos y uno externo, que te permitirán iniciar esa carrera como líder, las cuales explico a continuación.

1. Definición de metas ambiciosas. Muchos ejecutivos en las organizaciones temen no poder lograr las metas que se les asignan y por eso prefieren no comprometerse y escogen metas más conservadoras.

Sin embargo, lo más saludable es que elijas metas altas, ya que en la medida que crezcan tus expectativas, mayores serán los alcances que puedas lograr. Incluso, no es necesario que las hagas públicas, pero internamente debes hacer el compromiso contigo mismo de lograrlas.

Si tu caso específico es vencer retos como el miedo a ciertos retos o la tolerancia a la frustración, no dudes ni un instante en empezar a trabajar sobre estos aspectos de tu persona, de lo contrario perderás muchas posibilidades que te podrían llevar a niveles más altos en el camino que tienes trazado para ti y para tu vida laboral.

2. Concéntrate en la acción. Una vez que hayas definido las metas a lograr o te las hayan asignado en la empresa en la que te encuentras, tu siguiente tarea será soltar la meta y concentrarte en la acción.

¿Soltar la meta? Sí. Aunque suene paradójico lo más estresante para un líder es estar “aquí” deseando estar “allá”. Es decir, muchos ejecutivos prestan tanta atención al futuro que se olvidan de que es la calidad de lo que hagan en su momento presente lo que les permitirá llegar a la meta.

De modo que una meta funge como la guía o brújula para donde quieres llegar, pero es la acción la que te permitirá hacer que las cosas sucedan. Una acción concentrada en el momento presente, en el aquí y el ahora.

3. Desarrolla a tu equipo de trabajo. El liderazgo que más influencia ejerce sobre las personas es aquel que les permite desarrollarse. Procura enseñar y compartir tus conocimientos a tu equipo de trabajo. Reúnete con ellos y averigua qué metas y sueños personales tienen de tal modo que puedas alinear sus metas personales con los empresariales.

Y aquí viene un gran tabú. Muchos ejecutivos intencionadamente no desarrollan a sus colaboradores por temor a que les quiten el puesto. Sin embargo, lo que indica esta posición es una gran falta de confianza en sí mismo y en las propias capacidades.

Si deseas conservar tu puesto sin temor a que un colaborador brille más que tú, entonces trabaja por desarrollar habilidades efectivas de liderazgo y, por otra parte, domina tu puesto al cien por ciento. Que tu nivel de conocimientos siempre sea el más alto, de tal modo que por más que compartas todo lo que sabes, siempre sobresalgas más y tu equipo te admire por ello y se deje guiar por ti.

Estas estrategias te permitirán desarrollar un liderazgo carismático, poderoso, de influencia. Pero no funcionarán si sólo las lees, tienes qué llevarlas a la práctica. Todo camino empieza con el primer paso. Así que, ¡adelante!

¡No tengas miedo de comunicar el gran potencial que hay dentro de ti!

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