sábado, 16 de abril de 2011

La Inteligencia del Corazón: Gloria Hurtado de Cali

Llevo varios años trabajando el tema acercándome a las historias de hombres y mujeres desgarrados, lacerados a causa del amor y que buscan ayuda para intentar entender qué es lo que pasa. Sin embargo la cultura sigue “mintiendo”. La cultura insiste en un concepto de amor romántico, posesivo, exclusivo, absorbente y claro, sigue causando estragos por decir mentiras a los seres humanos. En la gran mayoría de historias de amor hay implícita una desilusión. “No esperaba esto”, “no creí que a mi me fuera a pasar”, “nunca lo pensé”. Es como si se tuviera que despertar a otros niveles de conciencia a través de una historia de amor frustrada. Que en honor a la verdad, puede que la historia no sea tan mala como a primera vista parece. Sólo que no cumplió las expectativas. No importa qué tanto se haya escrito o hablado, pareciera como si el tema “apenas” empezara a tratarse. Cada caso aparece como el primero, como si nada se hubiera dicho o escrito. El factor sorpresa está irremediablemente pegado al despertar. Sólo cuando se está en una situación dolorosa, cuestionadora, sólo en ese momento pareciera como si el tema interesara. Mientras tanto, seguimos creyendo en lo que hemos aprendido sin ninguna clase de cuestionamiento.



Lo he escuchado muchas, muchas veces. En cada historia está implícita la doble moral de la cultura. Nada que habla claro, nada que es consecuente con la condición humana y con la realidad. Obvio, allí está inmersa la religión, diciendo lo que “debería ser” y no lo que es. Una religión que habla de un Dios perseguidor, justiciero, excomulgante y no de un Dios de amor, que nos permite crecer en el proceso del despertar de la conciencia. Que es en definitiva el sentido de la vida. Al hablar del amor es fundamental hablar de la autoestima. Repetir a saciedad que nadie nos hace felices, que no podemos ser “drogadictos” del afecto y que si mi vida no tiene sentido en mi misma, seré una drogadicta afectiva, una dependiente que no puede vivir sin su “droga” así esta sea el corazón de un hombre o de una mujer. Pero como también he palpado los resultados, soy consciente de que después de atreverse a revisar creencias, de atreverse a vivir la crisis como salvadora, considero que lo fundamental es aprender. Ser transparente, esperar que el otro cambie porque me ama, reclamar a nombre del amor, creer que si soy bueno o buena voy a garantizar que siempre me quieran y no se vayan, esperar que mi pareja “nunca” voltee a mirar a nadie, todas mentiras, grandes mentiras sobre el amor. Y son ellas las que hay que revisar. Y ni qué decir del famoso tema de la fidelidad o de la infidelidad: esperar que una relación de pareja “para toda la vida” sea una vacuna contra hombres y mujeres es de un infantilismo (por no decir estupidez) infinito. Porque el verdadero amor, el del respeto, el que acompaña y no posee, el que no necesita del otro o la otra, es capaz de vivir crisis sin necesidad de marcar finales. Pues bien todo esto está dentro del libro que hoy presento para que sirva de oportunidad para revisar y aprender. Gonzalo Gallo, desde su capacidad para dialogar con los seres humanos, escribió el prólogo y así, “Hablemos del amor” plantea opciones para leerlo en cualquier orden, en cualquier momento y en muchas circunstancias. Cada tema pretende ser sólo el inicio porque el resto, lo demás, lo que queda faltando, lo debe construir la experiencia, la vida y el corazón de cada lector que se sienta tocado por la temática. Ojalá les sea útil. Está a su disposición!

1 comentario:

  1. gran vista acerca de estos temas que a los seres humanos tanto nos causa.. el otro día me compre en una libreria de Recoleta un libro acerca de estas emociones.. todavia no lo termine pero es de gran ayuda para el entendimiento de estos asuntos

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