sábado, 16 de octubre de 2010

Conectar La Voz Interior

La voz interior
Siempre tratamos de buscar la manera de saber la verdad en el amor. De estar un paso más adelante para no llevarnos sorpresas feas.
Nos agarramos de actitudes y palabras para usarlas de prueba en el juicio de los verdaderos sentimientos. No queremos que nos tomen por tontos, y también queremos saber realmente que sentimos por el otro. Porque hay veces que nos entran dudas.

Nos llenamos de preguntas como:
“¿Si no me llamó, es porque en verdad no me quiere ver?”
“¿Si me dijo que no podía verme, es que en verdad no me extraña?”
“¿Si no me respondió los mensajes, es que me esta evitando?”


Y la respuesta a todas esas preguntas que nos hacemos, de ese estilo, se responder con un: “¿Y vos que sentís?”.

Si una persona te extraña, lo sabes. Y no es algo que lo sabes dependiendo la cantidad de mensajes de textos que te manda. Es más profundo. Lo sabes o no. Los sentís, o no lo sentís. Uno sabe quien te quiere realmente y quien no. Uno siente si realmente no podía verte o no quería verte. Lo sabes.

Y es más, también funciona en el sentido opuesto. Que te mande mil mensajes no significa que te extrañe o que te quiera realmente. Hay veces que por más que te “demuestre mucho interés”, si en algún lugar sentís que realmente no te quiere, es que no te quiere. Y esa es la verdad, lo que vos sentís.

Y en el caso de que una persona te extrañe, y le creas porque sabes que realmente te quiere, si vos no lo sentís, es que no es para vos.

El tema es querer escuchar esa voz interior y afrontarla. Porque obviamente siempre queremos que la persona que nos gusta, o la que esta con nosotros, nos demuestre su amor. Pero muchas veces solo nos conformamos con eso y hacemos hincapié en que el amor está en las demostraciones superficiales. Pero el amor está en lo que realmente sentimos y siente el otro hacia nosotros. Es nuestra voz interior, que nos taladra el cerebro, la que tiene la verdad. Y esa voz, no manda mensajes de textos.

Por eso tenemos que basarnos más en lo que sentimos. Escuchar y hacerle caso a en nuestra voz interior. Esa es la verdad y nunca falla.

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