domingo, 17 de octubre de 2010

La Inteligencia del Corazón

Si fueras a trazar las trayectorias evolutivas de los últimos 2000 años para la tecnología, la ciencia, la economía, la medicina, y para la mayoría de cualquier otra categoría del esfuerzo humano, observarías líneas indicativas elevándose como cohetes, particularmente en los últimos 100 años. Solamente en éstas categorías relacionadas con la emoción humana observarías líneas horizontales, y, en algunos casos, degeneración.
Está claro que en una escala intelectual, tecnológica y monetaria nuestro progreso se ha desarrollado dramáticamente, pero cómo Getionamos nuestras emociones, y lo que es más importante, cómo las orquestamos para realzar nuestro entendimiento de la vida y de la percepción intuitiva ha cambiado muy poco desde el amanecer de la civilización.
Con todo y eso, cuando lo consideras, nuestra habilidad para vivir desde el corazón y coordinar nuestras emociones es un componente clave para una vida buena —y no solo para nosotros mismos, sino para nuestro círculo familiar y de amigos, para la comunidad, y para todo el planeta. Eso hace posible ajustarnos más fácilmente a las desafiantes curvaturas que constituyen invariablemente nuestro viaje a través de la vida. Nos permite que funcionemos desde una base de estabilidad comparativa en vez de las tierras movedizas de los dramas de la vida que drenan nuestra vitalidad espiritual innata o adquirida.
SECCIÓN 1: Las Seis Virtudes del Corazón
El corazón energético se compone de seis formas primarias de expresión. Agradecimiento, Compasión, Perdón, Humildad, Entendimiento y Valor1.
Entrelazados juntos, estos seis comportamientos constituyen la esencia del corazón energético y, cuando es expresada en nuestra vida diaria, le hace posible al corazón energético su función como un portal a nuestro ser más íntimo o alma. (Ver el diagrama siguiente).
Independientemente de la importancia que le demos a nuestro intelecto o la capacidad mental, es meramente una forma de inteligencia, y aunque tiene un lugar importante dentro de nuestro mundo, sin duda alguna, no es la inteligencia primordial de nuestro Ser.
Nuestra inteligencia primordial es fortalecida a través de nuestra maestría emocional y de nuestra habilidad para conducir nuestra vida desde la plataforma de las seis virtudes del corazón,
lo que a su vez nos une a los reinos iluminados de nuestra intuición, la cual es nuestra conexión coherente al campo universal de la información, denominado por los físicos como el vacío cuántico.
Hay un refrán dentro de la Orden de Enseñanza Lyricus: “Lo que uno puede expresar a través de su corazón es oro ante el hierro que expresaría con la mente”.


El oro, en este caso, es la capacidad de expresar las seis virtudes en fila, separadamente, o como una amalgama ensamblada ante las diversas situaciones que la vida presenta. Se trata de aprender a modificar tus acciones basándote en estas seis virtudes y observando cómo ellas re-calibran tu sistema de valores, re-vitalizan tu energía y creatividad, y recuperan tu sentido de equilibrio y balance emocional o, no solo aplicas tus energías emocionales al propósito de crear y mantener un estado personal coherente, sino también creas un campo coherente alrededor de ti: un campo que toca y se cruza con otros mediante los principios del embrollo, resonancia, coherencia, y no-localismo cuánticos. Las energías de nuestro campo emocional son reales e interconectadas en un vasto ensamblaje de intención e información que es casi-ilimitado en su alcance.
Las emociones más densas como celos, avaricia y cólera entran a este campo cósmico y comunican sus instintos más bajos, creando las condiciones para la lucha e inestabilidad dentro de nuestra realidad manifestada. Las energías más finas que componen las seis virtudes del corazón, comunican los instintos divinos del campo cósmico o cuántico que envuelve el multiverso. Por lo tanto, nos queda una opción para conducir nuestra personalidad y emociones de tal modo que ellas comuniquen las frecuencias divinas que elevan y apoyan toda la vida al campo cuántico en el cual vivimos todos. Si ésta es nuestra elección, entonces la maestría de las seis virtudes del corazón es un método eficiente y eficaz para su obtención.
Se reduce a esto: accedemos a nuestra divinidad a través del corazón y no mediante la cabeza. El intelecto de uno puede abarcar grandes cantidades de información y conocimiento. Podemos estudiar todas las palabras de nuestros profetas y eruditos, pero si no estamos expresando las seis virtudes del corazón, tan solo hemos llenado nuestras cabezas de palabras, conceptos y alardes intelectuales. Nuestros comportamientos siguen atados a los instintos básicos, y aunque podemos escribir o hablar de profundos conocimientos, nuestras energías emocionales siguen siendo agitadas e inciertas en su expresión en cada momento, y no son guiadas por la voz inteligente de nuestro corazón.
La Habilidad Artística de la Expresión
Hay una habilidad artística implícita en la expresión de las seis virtudes del corazón, pero antes de que el arte pueda ser expresado, las virtudes deben anclarse en la autenticidad. Las virtudes no pueden ser manufacturadas desde construcciones mentales o simplemente moviendo los labios. Esta calidad de autenticidad es un resultado del sentido de conexión de la mente y corazón a una estructura más profunda dentro de la que cada una de estas virtudes opera. Para la mayoría de la gente, esta conexión toma tiempo para desarrollarse y madurar. Empieza, sin embargo, teniendo un entendimiento de que existe una metodología, y después contemplando y sintiendo qué es, cómo trabaja, y por qué es importante aplicarla en la vida de uno.
Este entendimiento sirve como base para el arte, el cual se asocia con cómo y cuándo uno maneja las seis virtudes, o un sub-conjunto de ellas, para las diversas situaciones de la vida. Puedes considerar las seis virtudes (agradecimiento, compasión, perdón, humildad, entendimiento, y valor) como notas musicales. Si golpeas estas notas simultáneamente hay un acorde y este acorde es amor divino —la máxima vibración contenida dentro del campo cuántico que un ser humano puede recibir y transmitir.
Cada una de las seis virtudes puede ser activada con increíble velocidad y virtuosidad cuando la persona que expresa la virtud opera desde una plataforma de alta coherencia y un sentido de neutralidad. En este estado, uno puede navegar su vida buscando la sabiduría en cada nuevo desafío, la chispa creativa en lo mundano, el sentimiento intuitivo alrededor de cada esquina, y los ritmos más profundos en la aparente calamidad de la vida diaria.
La forma en que uno puede lograr y conservar este estado de coherencia descansa en gran parte en su arte, y, en cierto grado, en la vigilancia, de la aplicación de las seis virtudes del corazón. Hay un proceso en espiral ascendente en esta práctica. Primero, uno debe estar ubicado en la metodología, y esto puede ser hecho estudiando el documento electrónico gratuito: El Arte de lo Genuino: Un imperativo Espiritual y después contemplando su significado. En segundo lugar, uno puede experimentar con las seis virtudes y aprender cómo profundizar su entendimiento —no en un nivel intelectual, sino más bien en un nivel de aplicación práctico. En otras palabras, ¿cómo aplica uno las virtudes de la humildad, entendimiento y perdón a la persona que justo acaba de quitarte el lugar del aparcamiento en la tienda?
Es en este nivel —el nivel práctico donde todos vivimos— debemos practicar el arte de las seis virtudes para que no perdamos nuestra capacidad de auto-fortalecernos. Es en este auto-fortalecimiento que nos elevamos como seres espirituales a los desafíos del mundo físico. Esta forma de fortalecimiento es diferente que decir la verdad para impulsar, o imbuir tu autoestima con el elixir de la invencibilidad. Es el fortalecimiento de solucionar el problema de la agitación emocionalmente arraigada de la vida diaria con la incandescencia de la inteligencia del corazón y de saber cómo y cuándo hacer uso de esta inteligencia.
En el ascenso continuo para dominar estas virtudes y expresarlas en nuestras vidas, refinamos nuestro entendimiento. No se trata de las repentinas revelaciones mencionadas en los textos de antiguos días o de la conciencia alucinógena del mundo moderno, sino más bien del entendimiento robusto de que somos parte de un campo vibratorio que energéticamente nos incluye, registra nuestros modos, genera nuestra realidad holográfica, y nos reinventa de nuevo en la línea de tiempo que corre hacia y desde la eternidad.
El Sendero Agnóstico
Para aquéllos que establecen como su sendero la auto-maestría emocional, necesitarán seguirle la pista a, curar y transformar su comportamiento mientras avanzan en este viaje porque no se trata de satisfacción inmediata. Este viaje está verdaderamente enfocado en conectarse con la guía más elevada de uno (receptividad y escuchar) y expresar esta sabiduría en el campo en el cual vives, te mueves, y tienes tu ser (transmisión y expresión).
Permíteme ser claro sobre la metodología de seguir la pista, curar y transformar:
• Seguir la pista significa que el individuo puede auto-reportar su progreso de las seis virtudes del corazón a través del tiempo y puede encontrar sus subidas y bajadas, y ver el crecimiento de su auto-maestría en el contexto del tiempo.
• Curar significa que, mientras le sigue la pista a su progreso, el individuo puede ver cuando al golpear una dificultad o molesto problema eso los saca de curso y a continuación tratan ese asunto de igual manera que un médico cura una herida o una enfermedad. La curación, en este caso, no es una recompensa, sino más bien una solución o un remedio a un problema o traspié emocional.
• Transformar es el resultado de seguir la pista y curar a lo largo de este viaje y ver cómo te transformas en una persona auto-fortalecida y espiritualmente vibrante.
Los libros y los programas de auto-ayuda abundan en el mundo sobre lo que uno debe creer, hacer, pensar y sentir. Ellos son traducidos desde las mentes y corazones de algunos de nuestros más grandes y espiritualizados pensadores. No necesitamos más información sobre cómo comportarse o creer. Simplemente necesitamos más disciplina en nuestra vida emocional y las herramientas y técnicas para lograr esto. Es decir, necesitamos una metodología práctica.
El corazón energético —la contraparte cuántica del corazón físico— es el portal de la conciencia del alma en intersección con la Fuerza Diseñadora2. Éste habita en el chakra del corazón, y es la sabiduría del alma o espíritu superior dentro del individuo. Las seis virtudes emanan desde esta fortaleza del cuerpo energético, y es este centro de energía lo que debemos nutrir y activar conscientemente dentro de nosotros.
Este sendero no es propiedad de nadie ni de ninguna organización, y los que lo transitan son esencialmente de fe agnóstica, es decir, ellos no consideran esta práctica como afiliada a alguna religión particular, sistema de búsqueda espiritual, tarea científica, sistema de creencia de la Nueva Era, o maestro espiritual. Es una metodología tan vieja como el alma, y su principal principio es la práctica continua de las seis virtudes del corazón en la vida diaria de uno. Al hacer esto, la realidad que te rodea ensamblará su propio sendero hacia un mayor entendimiento, adecuado específicamente para ti.
La paciencia reditúa. No busques atajos en las cuestiones del corazón o alma porque el tiempo-espacio no es la fuerza que opera o controla las virtudes del corazón. Son el alma y espíritu superior envueltos dentro de la Fuerza Diseñadora lo que permite la expresión plena y fortalecimiento de estas virtudes dentro de cualquier dominio —sutil, burdo, o de algún otro modo. No hay densidad en la cuál las virtudes del corazón se extingan o sean marginadas si el individuo las ejercita regularmente, observa sus energías, contempla sus resultados y consolida su expresión. Incluso en las densidades más oscuras el corazón palpita fiel y exacto a su conectividad a la naturaleza divina en todos nosotros. Es la fuerza vinculante que nos une como espíritus humanos.
Orquestar las virtudes del corazón nos conduce a un punto donde finalmente observamos nuestro campo energético o firma del alma. Una vez que esto ocurre, podemos descubrir las obstrucciones en nuestro cuerpo energético que criban nuestra más profunda comprensión. Los obstáculos o densidades que residen dentro de nuestro campo de energía disminuyen nuestra habilidad para expresar la plenitud de nuestro corazón energético. Esto crea las sutiles, o en algunos casos, no tan sutiles irritaciones que alinean imperfectamente nuestro cuerpo físico, emociones y mente.
Con el paso del tiempo, expresando las virtudes del corazón, se disolverán estas obstrucciones y encontrarás más fácil anclar y sostener a tu ser superior dentro de los mundos inferiores de la materia y tiempo-espacio. Como resultado, se manifestarán más fácilmente las armonías y ritmos más profundos de la vida, apoyando el trabajo que todos vinimos a realizar en este tiempo.
Tres Deseos Sutiles
Ahora llegamos a los tres deseos sutiles que permanecen detrás de casi todo lo que tratamos de alcanzar: la satisfacción instantánea, el control, la cosa-siguiente. Estos tres sutiles deseos también influyen en nuestras expectativas en el campo del desarrollo y crecimiento espirituales, y es por esta razón que apunto el faro hacia ellos.
2 La Fuerza diseñadora es la inteligencia proyectada de la Primera Fuente o Dios que opera como una fuerza co-creativa con los agentes humanos. Ésta penetra energéticamente al humano a través del corazón, usualmente en la forma de una inspiración o comprensión intuitiva.
El deseo por la satisfacción inmediata
Hay una frase de William Gibson, “El futuro ha sucedido ya; es solo que no está muy bien distribuido”. Este sentimiento parece apropiado en un mundo donde los atajos son elogiados por los expertos de cada especialidad. Aceleración es la palabra de moda de la época, y el objetivo de esta aceleración es hacer todo más rápidamente, en menos tiempo; para ser más productivo; para ser un empleado mejor; para ser un estudiante mejor, ser un mejor todo, y hacerlo o adquirirlo más rápido y más fácilmente.
Lo que está ausente en esta estrategia es el destino, o, dicho de otra manera, “A dónde te lleva la aceleración”, ¿a un coche más lujoso, una casa más grande, iluminación espiritual, una cuenta bancaria inagotable, una posición más prestigiosa en la vida, una salud mejor, o simplemente una forma de vida de facilidad relativa? Cualquiera que sea el destino, la noción de la satisfacción inmediata se asoma como el catalizador para su logro. ¿Pero qué ocurre si el destino es la auto-maestría emocional? ¿Cuáles son los postes indicadores para la aceleración en este caso? ¿Cuáles son los atajos y cómo sabemos que estamos acelerando, desacelerando o estamos estancados y yendo a ninguna parte rápido?
La satisfacción inmediata presupone una cosa fundamental: para cada tarea humana hay un elevador o una escalera, y es mejor elegir el elevador. Llegar a tu destino o lograr tu meta rápidamente es más importante que analizar qué destino o meta es mejor. Es precisamente esta necesidad por conseguir rápidamente una meta lo que a menudo causa que alguien tome un desvío mal calculado en la determinación de qué destino o metas son más vitales para el cumplimiento de su propósito.
Ahora puedes preguntarte a ti mismo, en el supuesto que la auto-maestría emocional sea una meta vital de tu propósito espiritual, ¿cuál es el mejor sendero para alcanzarla? Mi respuesta sería vivir desde tu corazón expresando las seis virtudes del corazón con autenticidad y maestría, pero considera la velocidad de tu viaje hacia la maestría como intrascendente o no importante. Quizás esta es una rara precaución, pero la necesidad por rapidez es un amo en sí mismo, que enciende el ego como pocas cosas lo hacen.
El Deseo por Control
El segundo deseo sutil que nos saca de curso a menudo es nuestro insaciable deseo por control. El deseo por controlar la vida de uno es colocado en nuestro interior en una edad temprana y es cultivado por nuestro proceso de socialización. Nos enseñan a controlar nuestras emociones, especialmente a los chicos. Y una vez que transitamos a la edad adulta nos enseñen que controlar nuestro ambiente es equivalente al éxito como contribuidor social en la maquinaria de hacer dinero que llamamos economía de libre mercado.
Mucha gente ve que ese control es la máxima herramienta para el éxito en cualquiera de las dimensiones de la vida —incluyendo el reino espiritual de la iluminación. Sin embargo, el control a la larga no es satisfactorio porque siempre está atado al batallar con oponentes quiénes también quieren controlar. Es una competencia sin fin. Es una consecuencia de la construcción tridimensional que hay ganadores y perdedores, y es mejor ser un ganador.
Bien, sí, en el mundo del dólar es difícil debatir con esa lógica. Sin embargo, la ambición por control es un amo incansable que requiere que trabajes duro, que te mantengas centrado en tus deberes de orden social, y que te asegures que el mundo en el cual operas no gire fuera de control. El control llegará a ser cada vez más efímero durante los próximos siete años porque el cambio dimensional que está en curso hará que las instituciones rígidas de nuestro orden social cambien, y a veces, se desmoronen.
Esto significa que los que buscan y micro-manejan sus vidas encontrarán más difícil mantener su equilibrio emocional. Cuando su equilibrio emocional cambie hacia y desde el desorden, sentirán el pulso del mundo acelerarse y la tensión se verterá sobre ellos como si estuvieran directamente debajo de su cascada.
El antídoto al control deliberado es demostrarte a ti mismo que sabes cómo cambiar a la auto-seguridad cuando te sientes inseguro, que sabes cómo cambiar a la expresión de las virtudes del corazón cuando te topas contra un desafío de la vida; y que sabes cómo moverte hacia la rendición ante tu ser superior cuando sientas que aparece en grande tu ego.
Es más fácil decir que hacer —es cierto, pero por otro lado la auto-maestría emocional es una meta no un destino. Recuerda esto. Nadie está menospreciándote desde una cierta impenetrable altura y está juzgando tu expresión imperfecta de las seis virtudes del corazón. Cuando te auto-juzgas, hay con frecuencia una sensación de que el juicio es apropiado. Éste es de hecho una respuesta del control. Si solo pudieras controlar mejor tus emociones. Si solo pudieras cambiar más rápido a las seis virtudes del corazón. Si solo pudieras perdonar más fácilmente y no tuvieras un resentimiento contra un amigo o miembro de la familia.
Puedes permanecer firmemente en la idea que cuando emprendas este viaje habrá ocasiones en las que darás traspiés, te quedarás corto y cometerás “errores”. Pueden incluso haber ocasiones en que sentirás que la alfombra ha sido halada bajo tus pies y que estás desamparado, sin soluciones y envuelto en el auto-aborrecimiento. Es en esas ocasiones que necesitarás aplicar la sabiduría de tu viaje dentro de la auto-maestría emocional, y aunque puede ser imperfecta o sin comprobar, te servirá mejor que cualquier otro consejo alternativo, porque, justo como los antiguos observaron –el corazón es el asiento del alma.
Invoca a esta sabiduría, no a la abstracción de Dios o a los “poderes superiores.” Invoca tu propia sabiduría de las seis virtudes del corazón y aprende a adentrarte en su expresión cuando los desafíos de la vida toquen a tu puerta. Al hacer esto, tú enseñarás a otros que te rodean mediante esta expresión e intención. Al hacer esto, tú cambiarás el campo electromagnético que te rodea, y el índice de luz de tu campo energético. Además, atraerá condiciones similares, así como te proveerá de salud emocional, y de claridad mental y bienestar físico mejorados.
El Deseo de la Cosa-Siguiente
El tercer deseo sutil es la necesidad de la cosa-siguiente. La cosa-siguiente normalmente se considera que tiene más fuerza que la cosa-presente. Los individuos desean a menudo avanzar hacia la idea siguiente, a la trayectoria espiritual siguiente, o modalidad curativa siguiente antes de que hayan alcanzado una comprensión básica de su estado interno. Ellos están experimentando en los niveles superficiales sin respeto a los valores y los significados más profundos que existen dentro de sí mismos.
Toma por ejemplo el asunto que tratamos: la auto-maestría emocional. Pocas personas discutirían que es poseer esta importante habilidad independientemente de cómo ésta sea definida en términos de sus componentes psicológicos o espirituales. Sin embargo, no es cosa fácil dominar las emociones de uno o incluso adquirir un entendimiento razonable de su naturaleza sutil. Las emociones son muy multidimensionales y funcionan desde los niveles energéticos sutiles hasta los niveles de las relaciones prácticas, el rendimiento del trabajo y el bienestar personal. Debido a esto, las emociones son una tela compleja de intercambio de energía con los que nos cruzamos en nuestros senderos, ya sea en persona o virtualmente a través del correo, teléfono, mensajes de texto, charla, o email, y esto requiere perseverancia y atención en nuestra práctica. No es suficiente interesarse superficialmente en ella periódicamente.
La necesidad por la cosa-siguiente es un deseo de pulsar el “botón de renovar” en el sistema de creencias de uno. Algunas ocasiones este es un buen instinto para refrescar tus opiniones y creencias, pero algunas veces eso dispersa tu atención hacia la superficie del propósito de vida porque siempre te estás moviendo a la cosa-siguiente —la nueva modalidad, la nueva enseñanza, la nueva manera de vivir. El estado interno de tu vida emocional, los valores centrados en el corazón y la sabiduría intuitiva de tu corazón energético, es una fuente infinita de inteligencia. Cuando te mueves a la cosa-siguiente, si la cosa-siguiente no incluye vivir desde el corazón como su principio fundamental, pudieras no desarrollar tu acceso a esta fuente infinita de inteligencia que aguarda dentro de ti —no en los libros, internet, un ashram, una escuela, un seminario, o un maestro instructor— sino en tu interior.
Aunque la cosa-siguiente puede ser comercializada como la verdad más poderosa que jamás ha existido dirigida a la humanidad, muy probablemente palidecerá en comparación a la sabiduría de tu propio corazón —si sabes activarla, ganar acceso a ella y expresarla. Hay millares de sistemas que prometen la iluminación espiritual, y muchos de ellos tienen valor, pero la necesidad por la cosa-siguiente tiene a menudo el efecto secundario involuntario de alejarte del mero instructor con el que más necesitas integrarte: la inteligencia de tu corazón y la fuerza emocional y energética que contiene.
El aumento y la aceleración de la complejidad en la vida también han aumentado la complejidad en la vida espiritual de uno. Hay muchas prácticas llamadas espirituales que requieren que tú respires de formas y cadencias específicas. Otras requieren que comas una cierta combinación de alimentos y bebidas. Otras prescriben meditaciones y posturas muy detalladas. Y aún otras definen ciertos colores y frecuencias de sonido que activan tu alma.
Vivir desde el corazón no está centrado en una precisión de la técnica o en prácticas complejas del cuerpo, mente o control emocional. Es la simple práctica a cada momento de las virtudes del corazón en tus asuntos diarios. Con el tiempo, esta práctica culmina en un virtuosismo de precisión y control, pero éste es el resultado natural de prácticas simples, no de programas rígidos de entrenamiento al comienzo, y ésta es una distinción importante.
Cada uno de los tres deseos sutiles es un componente de una disfunción social general construido sobre un caduco sistema de creer en la ambición del ego sobre la sabiduría de la expresión del corazón. El cambio de conciencia, profetizado durante mucho tiempo, realmente trata de esto. La sabiduría del corazón prevalecerá y se convertirá en el abanderado de la humanidad, anunciando el comienzo de un nuevo orden de coherencia y alineación con las frecuencias más altas de nuestra naturaleza y fuente divinas.
SECCIÓN 2: La Práctica Cuándo-Cuál-Cómo
Expresar las virtudes del corazón es una práctica no un discurso filosófico ni una abstracción en la exploración metafísica ni es un proceso científico que conduzca a una cierta “prueba” comprobable. Requiere que entiendas su metodología y comiences a practicarlas en tu vida diaria. Esta práctica se aplica mejor con una actitud experimental que funciona sin el sobre-enjuiciamiento de tu rendimiento de la práctica cuándo-cuál-cómo. La práctica consiste en:
• Cuándo aplicas las virtudes del corazón (o cualquier subconjunto de ellas) a una situación particular de la vida;
• Cuál(es) virtud(es) aplicas; y
• Cómo expresas las virtudes en esa situación.
No hay manual de instrucción para este proceso de cuándo y cuál aplicar y cómo expresarlas. Hay demasiadas variables para asignar pautas claras, y esto es precisamente el por qué un alto estado de coherencia interna es la plataforma ideal para operar, porque esto te permite que la intuición dirija tu práctica en el momento para cada situación específica.
Es mediante esta práctica que encontrarás las instrucciones prácticas de cómo experimentar la vida en el momento y cómo tejer las seis virtudes del corazón en una expresión que magnetice tu biocampo hacia la conciencia superior de tu personalidad total. Esta atracción magnética es lo hace posible que tu instructor más íntimo (tu alma) se revele a sí mismo en los dominios de la dualidad. Ésta es la meta de la práctica cuándo-cuál-cómo: atraer a tu alma dentro de la experiencia del cuerpo-mente, y hacer posible que tu alma conduzca la expresión de tu vida en los dominios del tiempo-espacio.
Es la intención del corazón ser la fuerza que haga posible esta meta. Hay mucho material escrito sobre el poder de la mente, la influencia de la intención, las leyes de la atracción, y el entramado de estos elementos en el logro del éxito en el mundo material. Con toda seguridad, no voy a ser yo quién verterá agua en los fuegos de la ambición que arden en el interior de una persona para lograr el deseo de su corazón, pero es una distinción importante entender que vivir desde el corazón no está conectado con una ambición o un logro. El deseo natural del corazón es atraer al alma a la silla del piloto de la personalidad, sabiendo que esto desbloquea el proyecto del individuo para expresar las cualidades de la luz almacenadas en su interior.
Esto no significa que el individuo comenzará repentinamente a expresar la sabiduría de una manera que la humanidad está acostumbrada —libros, conferencias, sitios Web, música, arte, etc. Para la mayor parte de nosotros, la expresión de las cualidades de la luz almacenadas en nuestro interior está contenida en los detalles más minúsculos de la expresión de nuestro corazón en los momentos más efímeros de nuestra vida. Es como si dejáramos un rastro de luz y chispas divinas conforme caminamos nuestra vida, y esta actividad —no los escritos, ni el compartir y adquirir conocimiento— es lo que se necesita más en este tiempo. Esto es lo que es desbloqueado y compartido muy fielmente desde tu corazón.
Hay una incipiente comprensión dentro de la humanidad que su destino está configurado por la mente de la especie —en cierto sentido— por su intención colectiva. Un proceso similar funciona a nivel individual, y científicos e investigadores como Schwartz, Korolkov, Popp, McCraty, Tiller, Radin, Emoto, Nelson, Penrose, y docenas de otros investigadores están intentando iluminar cómo la conciencia puede influir y comunicar más allá del cuerpo en el cual se hospeda; cómo la conciencia puede absorber o acceder a sistemas de conocimiento más allá de su estudio directo. Estos investigadores están diseñando experimentos científicos, tridimensionales, para analizar los reinos sub-cuánticos en los que se origina la conciencia (un poco como usar un telescopio para estudiar la naturaleza de los átomos).
Ellos encontrarán los ecos débiles de la concienciación al tocar los bordes de esta realidad mayor, aunque esto no satisface las preguntas de “qué-hacer-sobre-eso” que surgen mientras uno descubre los bordes de este vasto rompecabezas misterioso llamado conciencia. Las respuestas a las preguntas de “qué-hacer-sobre-eso” están contenidas dentro de la práctica de las virtudes del corazón porque la práctica establece un sistema de retroalimentación. Este sistema refina la conciencia, avivando su discriminación y abriendo su capacidad para ver respuestas energéticas a la práctica que permiten al experimentador ajustar su expresión de la luz-energía asociada a cada una de las seis virtudes del corazón.
Las Seis Virtudes del Corazón como la Línea Troncal
Uno de los principios orientadores principales de la práctica cuándo-cuál-cómo es que la línea troncal de la experiencia de la vida de uno es vivir desde el corazón. El centro gravitacional de nuestro máximo propósito es como magnetismo radiante, atrayendo a nuestra vida el propósito para el cual encarnamos. Por ejemplo, si tus estudios espirituales surgen desde la línea troncal de la práctica cuándo-cuál-cómo (vivir desde el corazón), se crea un campo magnético que atrae los estudios espirituales que se alinean con tu práctica primordial fundamental. Por lo tanto, cuando tú sigues tus estudios espirituales ellos se tejen hacia dentro de la línea troncal en términos de su importancia y utilidad para vivir desde el corazón. Ellos son auto-reforzados y resonantes con la línea troncal, y, según el grado que no lo sean, tus poderes de discriminación son activados para resolver esta carencia de resonancia.
Mucha gente tiene diferentes líneas troncales como expresión de mi propósito o de mi interés por bienestar. Éstas no son malas opciones, pero es importante entender que crean un centro gravitacional o campo resonante diferente en la vida de uno, que a su vez, atrae un sistema diferente de ramas energéticas. Las ramas que se originan de la línea troncal relacionada con vivir desde el corazón se desarrollan alineadas y en resonancia a la línea troncal. El aprendizaje derivado del interés de una de las ramas regresará a la línea troncal y la apoyará y alimentará. Como todas las líneas troncales ésta se auto-reafirma, ya sea ésta de naturaleza egoísta o altruista.

En tu vida diaria al encontrar un acontecimiento, problema, o meta —o quizás al tener inspiración o una nueva relación— puedes aplicar la práctica cuándo-cuál-cómo en esos encuentros y orquestarlos desde esta perspectiva. Recuerda que dentro de cada encuentro hay diversas dimensiones de energía: física, emocional, mental y espiritual. La complejidad es muy desalentadora si la consideras, pero la práctica, como dije anteriormente, no es juzgada por su expresión perfecta, o su virtuosismo analítico, sino que es ejecutada y guiada por la intención.
Las áreas en las que nos enfocamos en nuestra vida diaria cambian entre acontecimientos, inspiraciones, relaciones, metas y problemas, y dentro de cada uno de estos encuentros tenemos múltiples campos de juego desde una perspectiva energética (es decir, físico, emocional, mental, espiritual). Cuando expresas una o más de las virtudes del corazón en un encuentro puedes entonces observar su influencia en el acontecimiento o participante. La observación puede entonces dirigir tu siguiente expresión, su intensidad, a quién se dirige, y su duración. Este ciclo de expresión y observación permite una expresión de grano-más-fino, y es este ajuste el que te conduce adelante en el sendero para la auto-maestría emocional.
¿Qué hay para mí en esto?
Puedo casi oír la pregunta en coro mientras escribo este documento. Probablemente en alguna parte de tu mente te estás preguntando: “¿Por qué me debe importar la auto-maestría emocional? ¿Qué ganaré al aplicar la práctica de cuándo-cuál-cómo?” Puedo entender la base de estas dos preguntas porque nuestro orden social está comprensiblemente orientado a la ambición y al logro, y normalmente en interés por alguna ganancia, recompensa y/o reconocimiento.
La auto-maestría emocional es una reflexión de tu madurez como ser espiritual dentro de los mundos del tiempo-espacio. En otras palabras, la energía emocional dentro de tu centro del corazón es el vehículo en el cual expresas a tu ser superior dentro de las dimensiones del tiempo-espacio, y proporciona un establecimiento de estas energías sobre la Tierra y el compartir de estas energías con los seres que viven sobre ella —tanto humanos como animales. Así pues, la razón por la que la auto-maestría emocional es tan vital de alcanzar es que hace posible que tu propósito mayor y la presencia del alma se revelen a sí mismos en tu tiempo presente.
No es una exageración decir que si posees auto-maestría emocional, tú vives como alma sobre la Tierra con distorsión mínima de tu cuerpo físico y mente. El cuerpo y la mente se convierten más en una fuerza que hace posible que tu espíritu funcione en los mundos del tiempo-espacio, y brindan menos amortiguación u obstáculo para tu alma o espíritu interno. En términos simples, tú vives como alma, el cual es tu propósito destilado a su más pura definición.
La esencia original que eres tú, fue forjada como un espíritu templado cuando nació primero. Solamente en su viaje a través de los mundos de tiempo-espacio encuentra inmadurez, debilidad, vulnerabilidad, y el juicio y la separación de la mente. El prisma emocional es el instrumento curativo tanto del cuerpo como de la mente porque permite a la esencia original avanzar, para ser explícita en esta realidad y orquestar los encuentros de tu cuerpo y mente hacia la mayor bondad.
La práctica cuándo-cuál-cómo es transformativa, reforzando una nueva manera de ser que te fortalece para separarte de las maneras habituales de pensar y hacer que la sociedad moderna ha establecido muy eficazmente. Te traslada del sentimiento de separación a la sensibilidad de la interconexión —la creencia de que la conciencia nosotros es más vibrante y significativa que la conciencia yo, y es en el estado antiguo de ser que las cosas verdaderamente grandes pueden ser magnetizadas y atraídas dentro de la conciencia de la humanidad como un todo.
Ahora, para la segunda pregunta: “¿Qué ganaré al aplicar la práctica cuándo-cuál-cómo?” Conforme comienzas a aplicar la práctica sentirás que lo que sucede en el mundo exterior —personal y no personal— no define ni da forma a tu estado interno, a menos que tú lo permitas. Es decir, ganarás un sentido de estabilidad y control. Éste es un aspecto sensible del progreso inicial en el uso de esta práctica.
Un incipiente sentido del fortalecimiento se desarrolla al descubrir tu maestría y al mejorar tu capacidad de la práctica, y para la mayoría esto requerirá entre 3-6 meses de práctica dedicada. Esto es hacerse consciente de que los bien-marcados patrones de la mente y el ego-personalidad no están dictando la manera en que tú interactúas con un encuentro o un acontecimiento, y que tus facultades intuitivas están despertando a la expresión sutil de las seis virtudes del corazón.
Las seis virtudes del corazón tienen exactamente 63 combinaciones de expresión. Estas combinaciones posteriormente diversificadas por la secuencia en la cual se expresan, su duración y la expresión energética (física, emocional, mental, espiritual) usada para transportar las virtudes a un acontecimiento, a un individuo o a un encuentro. Es lo intrincado de la expresión lo que hala hacia dentro la facultad intuitiva una vez activada por la práctica inicial. Debes aprender a confiar en esta facultad intuitiva a pesar de lo que pueda decirte tu diálogo mental interno.
Recuerda que la visión intuitiva se origina desde la inteligencia del corazón, ascendiendo desde tu ser superior, y es esta conexión cada vez mayor lo que te permite manejar las 63 expresiones con el arte y habilidad que la practica requiere en orden de progresar hacia la auto-maestría emocional. En otras palabras, tú debes confiar en tu naturaleza intuitiva, y al hacerlo, tú entenderás instintivamente cómo aplicar las seis virtudes del corazón en los diversos encuentros de tu vida.
Toma en cuenta que el marco de tiempo para alcanzar un nivel inicial de auto-maestría emocional es de 3-6 meses. Sin duda no es un plazo largo, pero en el mundo actual de gratificación inmediata y de ambición conducida por la mente puede parecer un período de tiempo prolongado. El deber del practicante es perseverar, y no enfocarse en el resultado ni en ningún análisis subjetivo de la ejecución de su práctica. La mente y el ego-personalidad están más que dispuestos a proyectar su análisis y juicio durante esta fase del desarrollo, pero este juicio es adjudicado sin comprensión genuina de los procesos más profundos que guían al practicante en su práctica.
La Rejilla de Meditación de las Seis Virtudes del Corazón
Dentro del primer año, normalmente hacia su final, el practicante de vivir desde el corazón será cada vez más consciente de un sistema o estructura dentro del que ellos están operando que se podría comparar a una rejilla de energía que los rodea. Sería similar a visualizar la rejilla, representada en la página siguiente, y operar en el círculo central, que es la posición simbólica del amor divino –la intersección de las seis virtudes del corazón.
Operar desde el interior de esta rejilla es una forma de meditación, aunque no como normalmente consideramos a la meditación: el estado interno de conciencia relajada. Se trata más de un estado externo de conciencia y expresión activas, aunque es uno que surge desde la estabilidad de vivir en el “círculo central” del amor divino, sabiendo que estás rodeado con las habilidades de la práctica cuándo-cuál-cómo. Esta práctica hace posible que surjas desde tu centro hacia cualquier dirección para impregnar un encuentro con la energía emocional apropiada. Ésta es una energía curativa, re-equilibrante y revitalizadora desde tu corazón para compartirse a sí misma con cualquier circunstancias o condición humana.

Ésta es una meditación activa que se practica durante el día y requiere un grado de visualización mientras te mueves de un encuentro a otro. La visualización que puedes tener en tu imaginación es que la rejilla de las seis virtudes del corazón te rodea como un holograma energético, extendido entre 3-5 metros en todas direcciones desde tu cuerpo. Conforme practicas esta visualización, con el tiempo comenzarás a verla como extensión de tu cuerpo energético, no una rejilla imaginada separada, sino la estructura real de tu cuerpo energético. Esto substituye la persistente abstracción del sistema de chakras de colores, frecuencias y rasgos asociados en éste.
El factor vital es que imagines la parte más central de tu ser capturado en la red de amor divino. Es como si tu existencia —sin importar en donde estés físicamente en el mundo o donde sea que te encuentres— fuera saturada de amor divino y magistralmente conectada con las seis virtudes del corazón y sus 63 variaciones. Esta red energética, anclada en amor divino, es capaz de movilizarse hacia dentro de y ensamblar su expresión de, las seis virtudes del corazón con un virtuosismo cada vez mayor.
La meditación de la red de las seis virtudes del corazón es un medio para anclar la metodología dentro de tu vida diaria. Es un sendero para que tú sientes los principios en tus comportamientos mediante el proceso imaginativo de tu mente y de la composición de la creencia de tu corazón trabajando conjuntamente en alineación a la intención formativa de vivir desde el corazón.
La Técnica del Círculo Virtuoso
Todos hemos oído de círculos viciosos —cuando los comportamientos negativos parecen alimentarse unos a los otros, repitiendo los sentimientos de avaricia, envidia, amargura, celos, culpa, juicio o cólera, como si estuvieran implantados en nuestras meras naturalezas, y fuéramos incapaces de detener la cosecha de sus catastróficos efectos. El círculo vicioso de las emociones negativas agota nuestra energía, sofoca nuestra creatividad, y, si es descontrolado, nos conduce al desierto seco de la depresión, estrangulando el espíritu entre nuestro corazón y mente.
Existe además el círculo virtuoso que genera resultados positivos por vivir desde el corazón en todas las dimensiones de la vida de uno. La práctica cuándo-cuál-cómo es el generador impulsor del ciclo virtuoso al aplicarse al vivir desde el corazón del individuo. Una de las características centrales de esta práctica es proporcionarle una fuente de energía, así como tú necesitarías proporcionarle un generador impulsor como tú necesitarías proporcionarle a un generador impulsor su fuente cruda de energía como el viento, el agua, o el sol.
Una de las fuentes de energía que apoya la práctica cuándo-cuál-cómo es la técnica del círculo virtuoso, y ésta requiere que inviertas entre 10-20 minutos de tu tiempo, tan frecuentemente como seas guiado, para realizar un simple influjo energético. Este es un ejercicio de naturalmente respirar un estado mental y corporal tranquilo y ágil, y después repetir en voz alta las seis virtudes en el orden siguiente:
• Agradecimiento
• Compasión
• Perdón
• Humildad
• Entendimiento
• Valor
Al decir cada nombre permite que haga eco o que reverbere dentro de ti como si tu estado interno consistiera de un gran cañón. Al continuar repitiendo estas palabras en el orden secuencial de agradecimiento, compasión, perdón, humildad, entendimiento y valor, considera su significado energético; siéntelos, y deja que este sentimiento te llene, expandiéndose hacia cada célula de tu cuerpo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario