viernes, 15 de octubre de 2010

“Un corazón calmado es la vida del organismo"

* “Un corazón calmado es la vida del organismo de carne, pero los celos son podredumbre a los huesos” (Proverbios 14:30). La cólera y los enojos causan muchos problemas de salud, que más tarde comentaré. Los médicos indican, además, que tales sentimientos negativos agravan e incluso provocan males (úlceras, urticaria, asma, enfermedades de la piel y problemas digestivos). Ese mismo texto es traducido por La Nueva Biblia Latinoamérica, 2004: “la paz del corazón fomenta la salud”.

Así que tengamos cuidado, pues el mal carácter nos puede matar. “Los sujetos con mal carácter son más propensos a sufrir un ictus [ataque súbito]”, señala el periódico español Diario Médico. Por mucho tiempo, los médicos han relacionado el comportamiento agresivo con un mayor riesgo de sufrir enfermedades coronarias. Al parecer, la ira provoca un “importante incremento” de la presión arterial, la constricción vascular y las sustancias que producen coágulos, lo cual “a lo largo del tiempo, puede afectar el riego sanguíneo en el cerebro”, señala el periódico.

El precio de nuestro mal genio, es que cuando nos enfadamos nuestro corazón sufre. En un estudio reciente realizado en la Universidad Stanford, de Estados Unidos, se observó que cuando se pedía a personas que padecían del corazón que recordasen incidentes que todavía las enojaban, la capacidad de su corazón para bombear sangre disminuía en un 5%. Aunque dicha disminución no era de carácter permanente, los médicos la consideran significativa, pues cada vez hay más pruebas de que las personas iracundas tienen muchas más probabilidades de enfermar del corazón que las pacíficas.

“La reducción del cinco por ciento que descubrimos en la capacidad cardíaca [para bombear sangre] de los pacientes durante momentos de ira es significativa, aunque sea leve —dijo la Dra. Gail Ironson, que dirigió la investigación—. Los pacientes señalaron que cuando narraron los incidentes, no estaban ni la mitad de lo furiosos que estaban cuando en realidad ocurrieron. Es probable que la capacidad de su corazón para bombear sangre se viera mucho más reducida durante un verdadero estallido de cólera".

Eso demuestra que la cólera puede provocar un cambio inmediato en la capacidad del corazón para desempeñar sus funciones. Además, si tenemos en cuenta que el mal genio, no es el único factor causante de las enfermedades cardíacas —la dieta, el ejercicio y la genética también tienen mucho que ver—, pero aún así los investigadores creen que puede ser uno de los que más contribuyan a ese tipo de enfermedades.

Hace mucho que la medicina sabe que la cólera causa estragos en el cuerpo humano. Puede hacer subir la presión sanguínea, provocar alteraciones arteriales, problemas respiratorios, trastornos hepáticos y alteraciones de la vesícula biliar y también dañar el páncreas. Además, se cree que agrava el asma, las afecciones de la vista, las enfermedades de la piel, las urticarias y las úlceras, así como los problemas dentales y digestivos.

Pero si uno mantiene la calma, además beneficios físicos, se obtienen otros beneficios sociales:

* “Depón la cólera y deja la furia” (Salmo 37:8) y no “te des prisa en tu espíritu a sentirte ofendido [o “enojarte”, Nácar-Colunga]” (Eclesiastés 7:9).

* Así que es saludable dominar nuestras emociones. Pero consideremos otras razones para obedecer ese consejo. Toda persona en sus cabales quiere manifestar sabiduría en sus actos. Una manera de hacer esto es desplegando autodominio, en otras palabras contar hasta diez. A este respecto, Proverbios 29:11 declara: “Todo su espíritu es lo que el estúpido deja salir, pero el que es sabio lo mantiene calmado hasta lo último”. La palabra “espíritu” se refiere a la actitud dominante que mueve a uno a seguir cierto derrotero. “El estúpido” deja salir todo su espíritu porque no lo domina. Deja que su cólera estalle sin tomar en cuenta las consecuencias. Por lo que puedes terminar desatando el habla violenta y acciones insensatas.

Aunque tengas buena razón para enojarse, hacer cualquier cosa con el ánimo perturbado o indignado podría causar mucho daño, que luego pudieras lamentar. Por eso, es fundamental refrenarse en cuanto a expresar tu cólera, para no llegar hasta tal punto que actuemos de un modo imprudente y cometiéramos cualquier barbaridad, si perdemos los estribos.

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